El desafío que existe actualmente en la agricultura del Biobío se enmarca principalmente por la necesidad de mejorar esta situación, más aún cuando las exportaciones han ido en crecimiento, y nuestra zona posee áreas de plantaciones que han llegado más allá de las fronteras.
La Provincia del Biobío se perfila como uno de los polos con mayor proyección agrícola del país, pero su desarrollo enfrenta un obstáculo central: la falta de infraestructura hídrica. Así lo planteó José Miguel Steigmeier, presidente de Socabío Los Ángeles, quien advirtió que el futuro del sector depende de inversiones estatales que permitan asegurar riego y fomentar la competitividad internacional.
“Lo más importante hoy en día es avanzar en materias hídricas. Nosotros requerimos regar para producir, y Chile tiene todas sus exportaciones basadas en el riego”, señaló Steigmeier. Destacando que la fruta fresca, frutos secos y otros productos que sostienen la balanza exportadora provienen de campos irrigados.
El dirigente subrayó que el camino para potenciar al Biobío —y con ello a gran parte del sur del país— pasa por una política ambiciosa de construcción de embalses. “Necesitamos muchos embalses en el Biobío. Ya se inició el trámite para uno en el Duqueco, pero también se requieren en La Araucanía y en Osorno. El clima está permitiendo producir cosas que antes eran impensadas en el sur, y el mundo está mirando con interés”, agregó.
Mejores herramientas en Los Ángeles
A ello se suma la necesidad de políticas públicas que entreguen a los agricultores herramientas de financiamiento y subsidios para invertir en tecnología de riego y proyectos a largo plazo. “Generar ingresos mayores y mejorar el acceso al crédito sería un gran potenciador para que Chile se transforme en esa potencia ecoalimentaria que tanto estamos queriendo”, indicó el presidente de Socabío.
En paralelo, el sector agrícola de la región busca abrirse camino en mercados internacionales, los cuales han ido rápidamente en aumento y mejorando la potencia de llegar a otros países. La reciente apertura comercial hacia India aparece como una oportunidad estratégica, aunque no exenta de desafíos.
“Estamos exportando nueces y avellanos europeos, pero con aranceles muy altos. Cualquier acuerdo que los reduzca nos permitirá ingresar a un mercado mucho más grande, incluso mayor que China en población. El desafío está en la logística, que hoy es mucho más compleja”, sostuvo Steigmeier.
El Biobío, con su diversidad productiva y su capacidad de adaptación, tiene en sus manos la posibilidad de convertirse en un motor de desarrollo agrícola nacional. Sin embargo, esa transformación depende, en gran medida, de que Chile apueste decididamente por la infraestructura hídrica y el fortalecimiento de sus agricultores.
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