Durante la mañana de este lunes, vecinos de la precordillera se vieron sorprendidos por una humareda proveniente del volcán Callaqui, en Alto Biobío, pero esta situación fue aclarada desde las entidades encargadas de emergencias y monitoreo.
En horas de esta jornada, se difundieron fotografías de humo que provenía del sector volcánico que implica a las comunas de Quilaco, Santa Bárbara y Alto Biobío, lo que rápidamente llamó la atención y preocupación de localidades y comunidades cercanas al macizo de la zona.
Ante esto, desde el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred), se refirieron al tema de Callaqui y explicaron que se trataba de una situación normal. «Según las cámaras, se encuentra con una fumarola, la cual es normal al momento. No tenemos antecedentes de alguna novedad según nuestro ente técnico, Sernageomin. Tampoco se han emitido (RAV) Reportes de Actividad Volcánica por esta situación”, señalaron.
El Callaqui y su ranking
Recordemos que, actualmente, el volcán se encuentra en la alerta técnica verde y en la posición 18 del «Ranking de riesgo específico», el cual es liderado por el Villarrica, en el límite de las regiones de La Araucanía y Los Ríos. Lista que esta seguido por el Calbuco, en Los Lagos, y el Llaima, también en la novena región. Mientras que, en la región del Biobío, el más cercano al top ten es el volcán Antuco. Que está en la posición 13, según el informe del Servicio Nacional de Geología y Minería del 2023.
Sobre la última actividad eruptiva, desde Sernageomin señalan que «el registro de erupciones históricas es impreciso, pero existen reportes de actividad explosiva en el siglo XVII. Solo hay información sobre las variaciones de la actividad solfatárica y de fumarolas. Las cuales han pasado por períodos de fuerte reactivamiento, alcanzando más de diez veces su nivel normal histórico, lo que las torna visibles desde varios kilómetros de distancia. Actualmente, el volcán Callaqui presenta una fumarola activa en la parte alta”.
Asimismo, destacan la presencia de un casquete glaciar en la cima del volcán Callaqui y la abundante precipitación de lluvia y nieve característica de la región. Lo que implica que se trata de un potencial generador de lahares o aluviones volcánicos. Los valles susceptibles de inundaciones laháricas corresponden a los ríos Pangue, Malla, Ralco y Quillaicahue.
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