Una jornada de profundo pesar se vive en Yumbel, donde un reconocido vendedor local, por su tradicional labor en pleno centro de la comuna, falleció, dejando un gran legado.
La ciudad santuario del Biobío está de duelo tras el fallecimiento de Sirilo Eufracio Mellado Soto, quien dejó este mundo dejando un legado imborrable. Su historia, ampliamente conocida, giraba en torno a la preparación y venta de palomitas de maíz con un toque especial de miel.
Quienes visitaban Yumbel, especialmente durante las peregrinaciones por San Sebastián, consideraban una tradición acercarse a su carrito. Las largas filas de personas esperando para adquirir sus productos eran una muestra del cariño y aprecio que generaba entre los visitantes.
Los yumbelinos destacan que don Sirilo era un hombre ejemplar. Nunca se le escuchó una mala palabra ni se vio involucrado en problemas. Su amabilidad y la forma única en que ofrecía sus palomitas con miel lo convirtieron en un símbolo de la comunidad.
Ante la ausencia que deja en la Plaza de Armas, muchos han expresado que sería un acto justo reconocer a quienes, como él, han dejado una huella imborrable en la historia de Yumbel. Incluso se ha sugerido nombrar el principal punto cívico de la ciudad en su honor.
Don Sirilo fue despedido con gran cariño en el cementerio de la comuna, en una ceremonia donde conocidos, amigos y gran parte de la comunidad se reunieron para rendirle homenaje y recordar su legado.
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