Son las 11 de la mañana del sábado 13 de diciembre de 2020 y El Contraste comienza a recibir mensajes sobre una «situación» en el hospital Víctor Ríos Ruiz de Los Ángeles. «Hay un brote» nos señalan lectores anónimamente. La verdad es que tal como ocurre en varios centros de salud del país, los contagios entre el personal, son prácticamente imposibles de controlar al 100%. Los funcionarios lo han dado todo. Médicos, enfermeras, auxiliares, administrativos y hasta el personal de aseo, han debido enfrentar quizás los más extenuantes días de trabajo de sus vidas.
Lo cierto es que muchos profesionales, se han contagiado en el ejercicio de sus funciones e incluso uno de ellos hoy se debate entre la vida y la muerte en el recinto asistencial.
Sin embargo, a nivel organizacional, esos aspectos que se coordinan desde «los pisos de arriba» en cómodas oficinas, esta vez, no podemos decir lo mismo.
A las 18:40 horas y ante los siguientes mensajes que recibimos, consultamos al Servicio de Salud acerca del supuesto brote y de la situación de los funcionarios, pero las respuestas son vagas. Más bien evasivas. Hasta ese minuto, no se habla de altas o problemas con los pacientes, todo es rutinario. «El último brote fue el que señaló la Seremi hace dos semanas». Nos quedamos tranquilos.
Pero a las 00:24 horas de este domingo, una nueva alerta llega a nuestro medio. Un lector nos dice consulta vía mensaje «¿Ustedes saben qué pasa en el Hospital de Los Ángeles? A mi suegro lo dieron de alta a las 23 horas. Le dijeron que es porque hay un brote de contagio, lo cual es muy preocupante porque nunca dan de alta a un paciente a esa hora».
Cerca de la 01 de la madrugada, otro usuario nos informa lo mismo. Al parecer el hospital está colapsado, porque de lo contrario no se explica que estén evacuando pacientes con «altas administrativas» en plena madrugada, toque de queda y cuarentena total. Es absurdo.
Sin embargo, la olla la destapa el Presidente del Colegio Médico de Los Ángeles a eso de las 13:14 de este domingo. «Tenemos entendido que hay brotes en Servicios Clínicos del Complejo Asistencial, en el cual se dio ayer en alta administrativa a un número indeterminado de pacientes dado su alto riesgo de contagio de coronavirus».
Frente a esto, cabe preguntarse ¿acaso no han dicho una y otra vez que el sistema está preparado para esto? ¿no han enfatizado reiteradamente que tienen reconversión de camas y que no hay que preocuparse porque están plenamente organizados? por lo visto no. La sensación de mover pacientes a altas horas de la noche- aun no se conoce a cuantos sacaron – no deja otra sensación que la de una improvisación ante el inminente colapso. ¿Una solución de último momento? Esperemos que no.
Quizás usted no lo sabe, pero en plena pandemia, el día 24 de julio, el Director del Servicio de Salud Biobío de ese entonces, Rodrigo Sierra, presentó su renuncia indeclinable al cargo. Pero, pese a la importancia de un liderazgo claro en esta función – hoy esencial para combatir esta enfermedad – a la fecha no existe un titular en dicha función, por lo que dos profesionales se han desempeñado como subrogantes. En plena pandemia y no han acelerado el proceso para nombrar al nuevo jefe.
¿Cuál es la explicación entonces para este desorden? La doctora María Elisa Otto responde a las 18:30 horas de este domingo que «tras decretarse fase 1, lo que indica cuarentena total para la capital de la provincia de Biobío, el Servicio de Salud Biobío en conjunto con el Complejo Asistencial, Dr. Víctor Ríos Ruiz, se encuentran desarrollando una estrategia que busca darle movilidad a la gestión de camas y así mejorar la atención a los pacientes en medio de esta pandemia».
«En este sentido, el Hospital de Los Ángeles ha generado altas médicas derivación a hospitalización domiciliaria y traslados a otros recintos hospitalarios, dentro de la provincia, con el objetivo de hacer un uso eficiente de las camas por el alza de casos presentados estos últimos días en la provincia y que implicará una mayor demanda por pacientes Covid», agregó.
¿Era necesario ser tan desprolijos con el trato a las personas y darlas de alta en plena madrugada, en toque de queda y en una ciudad en cuarentena? ¿No pudieron anticiparse y hacer que todo esto fuera más digno para los pacientes y sus familias? Claramente faltó un poco de realidad. Lo que en el papel se ve ordenado, en la realidad «humana», a veces no es aplicable.
Esperamos que dentro de las próximas horas haya mayor transparencia sobre lo sucedido, cantidad de pacientes enviados a sus casas, qué ocurre en las dependencias del hospital y cuándo el Servicio de Salud Biobío, tendrá claramente un nuevo jefe liderando la peor pandemia del siglo.