Bruno Vyhmeister debe estar muy complicado. Vive por estos días su peor momento desde que decidió dedicarse a la política. Aunque no es el único tropiezo que ha debido enfrentar en sus pocos años inserto en este mundo tan descarnado y donde hay que acostumbrarse a la crítica dura por parte de sus pares, la prensa, la oposición y el denominado «fuego amigo».
Recordemos que el ingeniero agrónomo se inició en la política de la mano de Evópoli. En 2016 se presentó a las primarias con el objetivo de ser el candidato de Chile Vamos para las municipales por Los Ángeles. Sin embargo, el destino quiso otra cosa y el 18 de junio de ese año, se transformó en el aspirante menos votado del proceso, con sólo 992 votos, es decir, un 11,78% de las preferencias.
Pero su ímpetu por quedarse en la política, hicieron que dos años y un mes más tarde, se desligara de su partido y decidiera firmar por la Unión Demócrata Independiente (UDI). En sus inicios, fue apadrinado por la senadora y actual presidenta del partido Jacqueline Van Rysselberghe. Se reunían seguido, realizaban actividades en conjunto y salían a terreno.
En la «repartija» de los cargos públicos políticos del actual gobierno, logró alcanzar el cargo de jefe provincial del Serviu en Biobío, desde donde intentó profundizar su visibilidad. Hasta ahí todo bien.
Pero algo pasó. Según trascendidos, la senadora perdió la confianza en Bruno y ahí comenzó a quedar de lado.
Mientras se alistaba para enfrentar a Esteban Krause, que va por su tercer periodo como alcalde de Los Ángeles, surgió una nueva candidatura que lo dejó pendiendo de un hilo: Francisco González.
¿Qué ocurrió? no se sabe. Pero en ese vacío en que quedó Vyhmeister, su único cobijo fue el diputado (UDI) Iván Norambuena. El parlamentario lo acogió, pero seamos honestos, no le ha brindado un apoyo público claro, no lo ha anunciado como su candidato y el respaldo es bastante tibio. Norambuena hoy está preocupado de su futuro político y de lograr que Flor Weisse sea la Gobernadora Regional, por lo tanto, una municipalidad entre las 21 comunas de su distrito, no son hoy la prioridad o eso parece.
Sobre González, también hay que ser claros. Aun hay varios que no están convencidos que sea «la carta» de la coalición de derecha. Se dice que «los hermanos Badilla» (Patricio y Daniel) no le darán piso, pero lo cierto es que el edil de la UDI, ha logrado respaldo de diversos sectores, partiendo por la ex madrina de Vyhmeister, Jaqueline Van Rysselberghe, los históricos locales de la UDI e incluso ha trascendido por parte de fuentes de El Contraste que Cristóbal Urruticoechea, ya le brindó su apoyo en la carrera por el municipio. A eso se suman varios integrantes de Chile Vamos pertenecientes a los gremios o empresarios del sector. No olvidemos que las campañas requieren recursos y eso es una parte que todo político de izquierda, centro o derecha, debe lograr captar.
De esta manera, Vyhmeister, rodeado de su equipo de colaboradores que a simple vista no lo han asesorado correctamente, en vez de buscar más apoyo en el sector, lo que han hecho es atrincherarlo cada vez más. Sumarle enemigos, en vez de acercarlo a su bloque político y lo cierto es que hoy vemos a un hombre al borde del abismo.
Los más osados dicen que no habrá primarias y que «Bruno simplemente no prendió». Sin embargo, aun no hay capítulos cerrados y en política todo puede pasar, pero también es cierto que ganarle a Esteban Krause no es una batalla fácil y hay quienes aseguran que tiene el tercer periodo listo.
Sea cual sea la situación, el tiempo corre y si Bruno Vyhmeister no muestra algo de apoyo en los próximos días, tendrá que esperar a cuatro años más, quizás ahí, la tercera es la vencida.