Frontel llama a denunciar robos de cables de cobre en Biobío
Denunciar el robo de cable del tendido eléctrico en la provincia de Biobío fue el llamado que hicieron desde Frontel; esto, después de que, en 2019, más de 110 mil metros de cables fueran sustraídos desde distintas instalaciones de la empresa en la zona.
Al respecto, el jefe de Servicio al Cliente de Frontel Biobío Ñuble, Denny Vargas, detalló que el año pasado se registraron 38 robos de este producto en la provincia y más de 23 mil clientes se vieron afectados por este delito en Biobío.
En este contexto, la comuna más afectada fue Mulchén, con 22 ilícitos; ello representa más del 70% de los delitos que se registraron en la zona durante 2019. Del total de metros de cable robados, alrededor de 87 mil fueron sustraídos desde esta ciudad.
Aparte de estar preocupados por esta situación, Frontel también se ha ocupado de este problema, desarrollando varias acciones que permitan disminuir los efectos que trae consigo este tipo de delitos.
“Una ellas es una mesa público privada que lidera el Gobierno, encabezada por el Intendente, en la que participan las gobernaciones y las distintas Seremías y que también involucra a Aduanas, Servicios de Impuestos Internos, a la Policía de Investigaciones, Carabineros, a las distintas empresas eléctricas y la Fiscalía que, en este caso, tiene un fiscal con dedicación exclusiva”, relató Vargas.
Esta iniciativa funciona con el objetivo de dar con el paradero de quienes están reduciendo el cobre en la última etapa, quiénes y a dónde lo están exportando. Asimismo, también apunta a un tema de prevención, haciendo partícipe a los vecinos y a la ciudadanía, desde el punto de vista de lo que es la denuncia.
La idea es que puedan observar en terreno cualquier irregularidad como, por ejemplo, camionetas que no sean de la empresa distribuidora; independiente de cual sea, todas cuentan con sus respectivos logos, y que las personas en terreno cuenten con sus uniformes, con cascos amarillos y sus geólogos verdes o naranjo.
En este contexto, si los vecinos aprecian a un grupo o persona en actitud sospechosa cerca de las líneas puedan informar a Carabineros (133), a la PDI (134), acercarse a las oficinas de Frontel, llamar al 600 40012021 o al fono Denuncia Seguro que es el 600 4000101; las denuncias son completa y absolutamente anónimas.
La importancia de ello radica en que los afectados por el robo de cables es que “están muchas horas sin energía eléctrica y eso significa que los sectores rurales se quedan sin agua. En casos más complejo, existen personas que son insulinodependientes y sus remedios no pueden romper la cadena de frío, por lo que sus medicamentos se pueden dañar”, sostuvo Vargas.
Durante el 2019, alrededor de 23 mil 800 clientes de Frontel en la provincia de Biobío se vieron afectados por el robo de cables; a nivel regional, fueron un poco más de 34 mil.
Otra medida implementada por la empresa es el desarrollo de capacitaciones tanto a Carabineros como a la Policía de Investigaciones, desde el punto de vista del modus operandi utilizado por quienes se dedican al robo de cables, a la información que manejan y los lugares donde se ha registrado este delito, entre otros aspectos.
De igual forma, desarrollan inspecciones en terrenos, especialmente en chatarrerías que manejan cobre y en puertos, en conjunto con el Servicio de Impuestos Internos, Aduanas y Carabineros, revisando los distintos portadores de metales y que involucren a este material, con la finalidad de revisar la documentación necesaria que permita certificar los despachos y lo que están recibiendo.
“Nuestro trabajo se ha venido enfocando, básicamente, en buscar quiénes son los receptores del cobre, no en quién los roba porque entendemos que existe una demanda por este producto; por lo mismo, apuntamos las labores a quienes están comprándolo y a quienes se están deshaciendo de él”, relató el jefe de Servicio al Cliente de Frontel Biobío Ñuble.
CIFRAS
Su alto valor en el mercado negro, que podría superar los 3 mil pesos por kilo, es una de las razones que explicarían la existencia de bandas dedicadas al robo de cables de energía eléctrica.
En este contexto, es factible que en una noche puedan sustraer 5 mil o 7 mil metros de este material, lo que se traduce en unos 500 kilos y puede llegar a una tonelada. En dinero, puede significar de 5 a 6 millones de pesos sólo en una noche.
“El botín que significa sustraer y después reducir es súper atractivo para estas bandas organizadas detrás de esta situación ya que deja una cantidad de dinero importante. Eso hace que sea un poco más atractivo el tema del robo”, relató Vargas.
A ello, agregó que también será necesario considerar las condiciones en las que se realiza y que involucra lugares apartados, principalmente en zonas rurales, en la noche o madrugada. Todo ello implica que sea complejo poder encontrar a quienes cometen este ilícito.