El obispo de la diócesis de Santa María de Los Ángeles, monseñor Felipe Bacarreza, se refirió a la grave crisis social que afecta al país y que tiene en jaque a las autoridades del poder político de forma transversal.
En ese aspecto, expuso que «es ampliamente conocido que ha habido muchas manifestaciones para obtener mejorías económicas para la población y en eso estamos todos de acuerdo».
Sin embargo, añadió que pese a ello, «estamos en desacuerdo con la destrucción, porque destruir por destruir, daña mucho a la población. Se habla demasiado de los derechos a manifestarse, pero también hay un derecho de las personas a que le respeten sus bienes, su vida y su tranquilidad».
Sobre ese punto, detalló que «yo noto que en la escena pública no se cautela mucho el derecho que tiene la gente a estar tranquila, a no sufrir amenaza, a poderse movilizar con libertad. Eso está impugnado y nadie lo defiende y todos defienden solo los derechos que tienen a manifestarse, que es verdadero, pero hay que ser más equilibrados».
En relación a la manera en que se puede solucionar este estallido social, Bacarreza indicó que «lo único que puede arreglar esto es el dialogo, la paz y la serenidad. La violencia y la destrucción, no tiene ninguna ventaja es daño para todos».
«Hay que estar más equilibrados y analizar la situación. Yo como soy persona de Iglesia, sostengo que la solución de esto la va a dar Dios, si nos alejamos de Dios y en todo este problema de Chile, hay una o dos personas que han mencionado a Dios y Dios nos puede salvar, si lo dejamos de lado, habrá más violencia, más destrucción y eso no ayuda en nada», concluyó.