La imagen se repiten por todo el país y da cuenta de una amarga situación que padres y madres deben atravesar: pasar horas en largas filas incluso llegando a acampar para poder optar a un cupo en liceos emblemáticos.
En Los Ángeles el panorama se repitió en diversos establecimientos educacionales. Tal como pudo constatar anoche El Contraste en terreno, las quejas apuntaron en general contra el sistema de admisión educacional.
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En el Liceo Comercial B-64, Diego Portales, una veintena de apoderados se encontraban por calle Juan Antonio Coloma haciendo fila para un cupo.
Víctor Araneda comentó que “esto es pésimo. El sistema es muy malo. En mi caso, estoy desde las siete de la mañana de ayer. Hay muchos papás y mamás y la seguridad es nula. Por último pudieron haber colocado baños químicos para la gente”.
En esa misma línea, sostuvo que «yo creo que la dignidad en este país ya no existe. Esto no debería pasar. Yo tengo un alumno para matricular: mi hija. Ella tiene promedio 6,3 y en las dos postulaciones que se hicieron online no quedó».
Otro caso difícil es el de Alejandra Muñoz Castro, quien tenía a su hija en la Escuela N° 2, quien pertenece al Programa de Integración Escolar, P.I.E.
“Aún con este sistema, no quedó en la primera o en la segunda postulación y me preocupa, porque yo vine aquí al liceo, la primera vez fue en noviembre y la última fue el 28 y que vuelva y vuelva”, detalló.
En el Liceo Bicentenario A-59, el panorama era igual, con la diferencia que cerca de 35 apoderados se encontraban en el frontis de este centro educacional.
Remigio Espinoza explicó que “hay papitos que llegaron a las 9 de la mañana de ayer, otros como a las 5 de la tarde. Ya tenemos una treintena de personas que estamos esperando con las mejores de la vibras; algunos están incluso con sus hijos”.
“Sabemos que esto no depende de nosotros y que los cupos son muy limitados, pero como padres tenemos igual la esperanza. El sistema es pésimo, creo que no funcionó, la puesta en marcha no funcionó”, contextualizó.
Entre todos se coordinaron para no pasar zozobras. Instalaron un campamento con diversas donaciones para poder pasar la noche. Situación que se repitió a nivel nacional en diversos liceos emblemáticos.
Por otro lado, Patricia Erices señaló a El Contraste, que “esto es demasiado delirante, no solo para mí como mamá, sino que también para el alumno, que se esfuerza durante todo el año. Él por ejemplo tiene promedio 6.9 y realmente esperaba postular acá”.
En el Liceo Coeducacional Santa María de Los Ángeles, ex Liceo de Niñas cerca de 50 personas estaban esperando la posibilidad de un cupo para sus hijos.
Ellis Aguilera estaba haciendo fila para matricular a su hija y comentó que “es una situación decepcionante e indignante. Espero que este sistema cambie. Siento que nos pasan a llevar. Acá el descontento es total”.
“Yo llegué a las 22:30 de la noche y ya había doce personas antes que yo, dijeron que había alrededor 20 cupos y espero que haya alguno para primero medio”, agregó.
Por último, Silvia Martínez, tiene una situación bastante difícil, ya que no aparece ni siquiera en el sistema, por lo tanto, tampoco cuenta con la posibilidad de matrícula.
“Fui al Ministerio de Educación, y me respondieron que si no me gustaba el sistema que fuera a reclamarle a la Bachellet y que me daban la dirección en Santiago para que planteara mi molestia”, agregó.
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