El robo millonario a una sucursal de Brinks en Rancagua sigue generando interrogantes. La fiscalía ha revelado que cerca de 30 personas participaron en el plan ejecutado el viernes pasado.
Hasta ahora, 18 de los involucrados han sido detenidos, pero se anticipa que podrían realizarse más allanamientos en los próximos días.
Un punto clave que aún no se resuelve es el destino del dinero sustraído. Sólo se han recuperado algunos billetes encontrados en la vía pública, lo que representa un porcentaje mínimo del total robado.
Eduardo Labarca, prefecto en retiro de la PDI y actual asesor de seguridad, explicó en Cooperativa que los delincuentes harán “hibernar el dinero” durante años. “Lo que hacen (las bandas) es enterrar el dinero. No es que lo entierren (literalmente), sino que ‘lo hibernan’, tratan de que toda la espuma baje, pasan años y después lo sacan a distribución”, detalló.
Según Labarca, el robo fue planificado con antelación por delincuentes experimentados. “Este tipo de bandas criminales no son (de esas) que, de forma azarosa, pasaron por el lugar y (dijeron) metámonos acá (a robar). Hay un trabajo previo, de meses, con delincuentes avezados, que llevan años, que ya han realizado este tipo de asaltos y han cumplido condena por ese delito”, aseguró.
El ex policía subrayó que el trabajo es compartimentado. “El trabajo que hacen ellos es compartimentado, no todos saben dónde va a ser guardado el dinero”, aclaró.
Teoría sobre el asalto a Brinks indica que en el plan incluso aceptarían ser detenidos
“‘Yo te contrato a ti para que vayas y quemes un vehículo, te contrato para que tires los miguelitos’, y así se lleva a cabo una planificación… No todos van a recibir la misma cantidad (del botín), (pero) es un trabajo previo, meticuloso, de inteligencia criminal, que realizan estas bandas”, agregó Labarca.
Finalmente, el experto comentó que algunos de los involucrados aceptan ser detenidos, indicando que van a una especie de “sacrificio”, argumentando que tal como se ha visto en reportajes sobre los “asaltos del siglo”, (generalmente) se recupera el 10% del dinero. “Ellos saben que van a (cumplir) seis o siete años de cárcel, pero saben también que van a tener un gran botín (esperando por ellos) después de esos años en prisión”, concluyó Labarca.
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