El incendio del «En Tránsito» considerada como la peor tragedia urbana de Los Ángeles
Nadie pensaba que la tragedia provocaría cientos de casas destruidas y miles de damnificados aquella tarde de 1982, cuando un voraz incendio sacudió al mayor campamento de Los Ángeles, conocido como «En Tránsito». Increíblemente, no hubo víctimas fatales.
En la capital provincial de Biobío, la población estaba distribuida en diferentes sectores a comienzos de los años 80. En zonas significativas, los niveles económicos eran muy bajos y la cesantía estaba en niveles alarmantes.
La hora que marcó la tragedia
El 23 de marzo de 1982, alrededor de las 14:00 horas, una densa capa de humo comenzó a cubrir una zona de Los Ángeles. Se supo que el humo provenía del campamento «En Tránsito», el más grande de la provincia de Biobío.
Rápidamente, los voluntarios del Cuerpo de Bomberos concurrieron al lugar y se encontraron con una escena impactante: las llamas, de varios metros de altura, se propagaban rápidamente debido a las estructuras de madera y cartón, que eran el combustible perfecto.
A medida que la situación se volvía incontrolable, se emitieron sucesivas alarmas de incendio. Los equipos de emergencia llegaron desde todas partes y las cinco compañías de bomberos de la época estaban trabajando, mientras las sirenas resonaban en la ciudad.
La propagación del fuego fue rápida y, a pesar de los esfuerzos de Bomberos y Carabineros, el trabajo de contención era insuficiente. Ni siquiera la proximidad del Estero Quilque pudo detener la destrucción. Algunas familias lograron salvar sus pertenencias mientras las explosiones de gas resonaban.
40 minutos después la destrucción era total en aquel
Casi cuarenta minutos después, todo el campamento «En Tránsito» estaba cubierto por las llamas. Las familias, con dolor y pena, veían cómo el fuego devoraba lo poco que tenían, mientras que otros trataban de ayudar a contener la emergencia. Los bomberos, abrumados, no podían hacer mucho.
Los alrededores estaban llenos de muebles y objetos salvados, y la circulación vehicular era desviada. Ambulancias atendían a los lesionados en medio de la emergencia. Funcionarios municipales también colaboraron, usando camiones aljibe, un bulldozer y una retroexcavadora para intentar crear cortafuegos.
Tras varias horas de arduo trabajo, se logró controlar la situación, aunque la extinción total de las llamas se prolongó hasta el día siguiente debido a los constantes rebrotes. El panorama era desolador, comparable a una zona de guerra.
El peritaje posterior reveló que la emergencia fue causada por el sobrecalentamiento de una plancha de carbón que hizo arder unas cortinas. Con materiales ligeros alrededor, el fuego se propagó sin problemas.
Más de 330 viviendas destruidas y miles de damnificados
En total, 337 viviendas resultaron destruidas y varias otras sufrieron daños, dejando a más de 2100 personas damnificadas, en su mayoría niños y adultos mayores. Afortunadamente, no hubo víctimas fatales, solo algunos lesionados por quemaduras y crisis nerviosas, en aquel incendio en Los Ángeles.
Después de la emergencia, comenzó la difícil etapa de ayudar a los afectados. Se realizaron diversas campañas con la participación de comercios, empresas, instituciones, grupos de ayuda y medios de comunicación. Las personas fueron alojadas en campamentos provisionales y albergues en terrenos municipales, principalmente en la avenida Los Ángeles y calle Colo Colo, donde tuvieron que soportar condiciones climáticas duras.
Durante la alcaldía de Víctor Pérez Varela, un porcentaje significativo de los damnificados fue alojado en campamentos transitorios. Aunque la ayuda no llegó completamente, las familias no se quedaron de brazos cruzados y buscaron salir adelante.
Por fin una vivienda digna
Cuatro años después de aquel incendio en Los Ángeles, para el año 1986 comenzaron a llegar las primeras soluciones habitacionales, naciendo así la población Pedro de Córdova y Figueroa, que más tarde se denominó Población «Santiago Bueras».
Otro grupo fue ubicado en la Población «Lagos de Chile», conocida como «Los Quemados». Para 1989, otras familias fueron reubicadas en la naciente Población «Escritores de Chile», en el sector sur de la ciudad, conocido como «Paillihue».
En 2001, casi dos décadas después, los últimos pobladores del campamento «En Tránsito» fueron trasladados a diferentes poblaciones de la ciudad, poniendo fin a una larga historia marcada por aquel trágico incendio.
El campamento se originó en agosto de 1973, cuando personas de zonas rurales llegaron a Los Ángeles en busca de empleo y vivienda, y se tomaron el terreno. En su apogeo, llegó a albergar cerca de 10 mil personas en condiciones precarias.
El terreno, donde actualmente se encuentra la Villa Balmaceda, no contaba con servicios básicos como agua potable, electricidad ni alcantarillado. Por casi nueve años, hasta el incendio, las condiciones de vida fueron extremadamente duras.
A 42 años de la tragedia, muchas familias aún recuerdan ese fatídico día. Aquellos niños que hoy son adultos, viviendo en Los Ángeles o en otros lugares, no olvidan la jornada en la que el mayor incendio de la época moderna obligó a terminar con el campamento más grande de la ciudad, resolviendo así un problema habitacional para miles de personas.
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