Vecinos de diversas comunas y localidades, llevaron a cabo una manifestación pacífica en la intersección de dos arterias importantes de la provincia del Biobío. El motivo de esta protesta fue expresar su rechazo a un proyecto eólico que está en proceso.


Alrededor del mediodía, alrededor de cincuenta personas se congregaron en el cruce de Coihue, donde se cruzan las rutas 180 y Q-180, que conectan las ciudades de Los Ángeles, Negrete y Nacimiento. Su objetivo era mostrar su oposición a la aprobación de un nuevo parque eólico en la zona.


Francisca Fernández Iraira, líder en Villa Coihue, conversó con El Contraste y detalló las razones detrás de la manifestación. El proyecto en cuestión ha estado en proceso durante siete años, inicialmente con 42 torres planificadas, aunque actualmente se han reducido a 25.


Sin embargo, según Fernández Iraira, esta disminución en el número de torres no atenúa el impacto negativo que temen que el parque eólico tenga en la comunidad.

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR


“El número de torres puede haber disminuido, pero eso no disminuye su impacto perjudicial para las personas y la comunidad en general”, explicó.


“Estamos descontentos porque la empresa no ha mantenido un diálogo constante con nosotros ni con nuestras organizaciones. Parecen preocuparse solo por aquellos a quienes compran o arriendan tierras”, agregó.


Fernández subrayó que, aunque la empresa pueda beneficiarse de este proyecto, los impactos negativos recaen en la comunidad.

“Consideramos que debería haber un diálogo continuo entre la empresa y todos los afectados. Estas torres no solo afectan a las personas, sino también a la agricultura. Tienen un impacto negativo en las abejas y en la calidad de vida de los vecinos. Hay residentes que llevan años quejándose de la falta de sueño”.


En referencia a las torres planificadas en Santa Amelia, en el sector Rihue, la dirigente advirtió sobre los efectos perjudiciales que tendrán.

Señaló que no hay acuerdos ni comunicación con las comunidades y que buscan una mejor calidad de vida para sus vecinos.


“Nuestra comunidad está siendo afectada por varias empresas que han llegado a la zona, pero sus beneficios son escasos, las puertas se nos han cerrado en repetidas ocasiones al intentar dialogar con estas grandes empresas de parques eólicos. Aunque no somos afectados directamente, trabajan con algunas comunidades que sí lo son”, explicó.


Respecto a los vecinos que sí se ven beneficiados monetariamente, Francisca advirtió sobre las consecuencias a largo plazo. “Aunque nuestros vecinos reciban beneficios temporales, sufrirán las consecuencias cuando las torres sean retiradas. La pérdida de las napas subterráneas y las sequías serán desafíos ineludibles”.


Actualmente, las manifestaciones y el descontento persisten, ya que no se ha alcanzado ningún acuerdo. Según los residentes de la zona, cada día que pasa, el paisaje se va transformando gradualmente en un panorama dominado por las torres eólicas.

Síguenos en nuestras redes sociales: FacebookInstagramTwitter Threads