En un mundo cada vez más consciente de la importancia de la sostenibilidad, el impacto medioambiental de la industria de la moda se ha convertido en un tema de creciente preocupación. Uno de los aspectos más relevantes en este ámbito es la producción y el destino final de la llamada «ropa americana», también conocida como ropa usada o vintage. En este reportaje, exploraremos la ruta que sigue la ropa para llegar a Chile y examinaremos los niveles de contaminación generados por la ropa de moda rápida.
La ropa americana tiene su origen en los países desarrollados, siendo Estados Unidos uno de los principales exportadores, es más el 80% de las prendas ni siquiera logra ser exportada. Cada año, una gran cantidad de prendas de vestir que ya no son utilizadas por sus dueños originales, ya sea debido a cambios de tendencia o por necesidades personales, son donadas a la caridad o vendidas a empresas especializadas en el reciclaje y reventa de prendas de segunda mano.
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Estas empresas clasifican la ropa, seleccionando las piezas en buenas condiciones para ser vendidas nuevamente. Luego, se procede a su lavado y, en ocasiones, a la reparación de pequeños desperfectos. Posteriormente, la ropa es empacada y enviada a distintos destinos alrededor del mundo, incluyendo Chile.
Sin embargo, no toda la ropa donada o vendida termina siendo utilizada. Según estudios realizados, prácticamente el 95% de la ropa americana enviada a Chile acaba siendo desechada en vertederos o abandonada en lugares inapropiados, como el desierto, incluso hay estimaciones que indican que sería el 99% y que sólo el 1% termina siendo comercializada. Esto se debe, en parte, a la falta de conciencia sobre la importancia de la gestión adecuada de los desechos textiles, así como a la baja calidad de algunas prendas que no resisten el uso prolongado.
Este fenómeno ha llevado a la necesidad de promover una mayor educación sobre la importancia de la economía circular y la reutilización de prendas. Se han implementado campañas y proyectos que buscan fomentar la donación responsable y la compra de ropa de segunda mano como alternativa sostenible frente a la moda rápida.
Ropa Americana y la Fast Fashion o Moda Rápida
La moda rápida, caracterizada por la producción masiva de prendas a precios bajos y con ciclos de tendencias cortos, ha generado una gran cantidad de contaminación medioambiental. Desde la extracción de materiales, como el algodón y el poliéster, hasta la producción en fábricas con prácticas poco sostenibles y el transporte de largas distancias, la moda rápida contribuye significativamente a la emisión de gases de efecto invernadero y a la generación de residuos textiles.
En contraste, la ropa americana reduce el impacto ambiental al dar una segunda vida a prendas que de otra manera podrían terminar en vertederos. Aunque existen desafíos en términos de la gestión adecuada de los desechos y la promoción de una mayor durabilidad de las prendas, la ropa usada representa una opción más sostenible en comparación con la moda rápida.
En conclusión, la ropa americana, o ropa usada, proviene principalmente de países desarrollados como Estados Unidos y llega a Chile a través de un proceso que involucra la clasificación, lavado y reventa de prendas. Aunque existen desafíos en términos de gestión de desechos, la ropa usada representa una alternativa más sostenible frente a la moda rápida, la cual genera una gran cantidad de contaminación medioambiental desde su producción hasta su desecho. Es fundamental promover una mayor conciencia sobre la importancia de la reutilización y la compra responsable de prendas para avanzar hacia una industria de la moda más sostenible.
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