Alguna vez necesitaste un pantalón y no pudiste usarlo porque estaba húmedo? ¿Te ha pasado que colgaste la ropa en la cuerda y una lluvia arruinó el lavado? ¿El tendedero corta la circulación de tu departamento? ¿Pierdes mucho tiempo tendiendo y planchando? ¿Tus remeras se llenaron de pelusas y te cuesta sacárselas? ¿Tu campera favorita se desgastó?

Bueno, te voy a decir lo que pasa. No es un secreto, porque de seguro ya lo sabes: necesitas un secador de ropa. Quizás ahora (como pasa con muchos otros) no te parezca un electrodoméstico tan necesario, pero el día que tengas uno no te querrás desprender de él.

En este artículo te vamos a contar cómo funcionan las secadoras y luego te daremos una serie de razones por las cuales deberías tener una en tu casa. Si tienes problemas en la gestión del lavado y secado de ropa, no dejes de leerlo. Eso sí, te lo advertimos: querrás comprar una.

¿Qué tipos de secadoras existen?

A grandes rasgos, existen dos tipos principales de secadoras que se diferencian por sus formas de funcionamiento y los requisitos que necesitan para ser instaladas.

Por un lado, están las secadoras de evacuación. En estas el aire húmedo de la ropa se expulsa hacia afuera por un tubo. Esa tubería de escape debe salir de la habitación en la que se encuentra el electrodoméstico por una cavidad en la pared o por una ventana. Este requisito transforma a las secadoras de evacuación en opciones más incómodas. 

En tanto, por otro lado, existe la secadora de condensación. En estas el aire húmedo se transporta hacia un condensador en donde se enfría y se transforma en agua. El líquido queda en un reservorio que luego debe ser vaciado. Este sistema tiene como ventaja que no necesita una instalación especial, aunque el costo del aparato suele ser superior al de una secadora de evacuación. 

Independencia y menos trabajo

Una de las grandes ventajas de un secador de ropa es que ya no dependerás del clima para tener tus prendas listas. ¿Vives en una zona húmeda? ¿Estás en una temporada en la que abundan las lluvias? Estas cuestiones ya no serán un problema a la hora de organizar tu vestidor. La secadora hará el trabajo del sol y el aire seco, pero con algunas ventajas que veremos más adelante.

Otro de los beneficios que te puede dar una secadora Fensa, por ejemplo, tiene que ver con el tiempo y el trabajo del hogar. Secar la ropa de manera tradicional es realmente aburrido: después de lavarla, la tienes que ubicar en el tendedero de manera que las piezas no se toquen y estar atento a que no se mojen con la lluvia o se arruinen por estar muy expuesta al sol. Descolgar, planchar y guardar, son los pasos que completan un proceso larguísimo.

La secadora no hace el trabajo sola (es verdad), pero te ayudará y mucho. Después de lavar, solo deberás desenmarañar las prendas y separarlas según el estilo de cada tela (las más delicadas posiblemente necesiten procesos especiales con o sin secadora) y si puedes también por colores. Luego deberás introducir la ropa a tu secadora Fensa 7 kilos por tandas. Siempre se aconseja no sobrecargar el electrodoméstico.

Menos pelusas y sin ácaros

Más allá de los consejos generales que puedes leer en este artículo, siempre va a ser bueno antes de usar una secadora de ropa por primera vez que leas las instrucciones que trae el aparato y también las etiquetas de cada prenda. Cada electrodoméstico (según el tipo y la marca) tiene usos y funciones especiales, y cada vestimenta tiene sus explicaciones para lavar y secar.

Una de las funciones más interesantes de estos aparatos es aquella que permite quitar la mayor cantidad posible de pelusas. En tanto, una secadora Fensa (o cualquier otra) servirá para eliminar los ácaros presentes en las sábanas. Estos microscópicos bichos que se encuentran en el polvo de nuestro hogar serán eliminados si la secadora funciona a altas temperaturas. Asimismo, también se podrán descartar gérmenes y bacterias de la ropa. Una secadora bien utilizada también te dará beneficios para tu salud y la de tu familia.  

Tu ropa, siempre nueva

Secar la ropa en una cuerda o en un tendedero en el balcón o el jardín, a la manera tradicional, puede generar el desgaste de nuestras prendas. La exposición prolongada a la radiación ultravioleta del sol suele generar deterioro en las fibras de la tela. Asimismo, las prendas que se secan al aire libre pierden color.

Pero el sol no es el único inconveniente de la cuerda. En las regiones de humedad la ropa tarda mucho tiempo en secarse y en los lugares más fríos hasta puede congelarse, algo que tampoco le hará bien a tus prendas. Una secadora de ropa Fensa te ayudará a evitar este tipo de inconvenientes.

Especial para cuando no hay espacio

Las secadoras son aparatos muy útiles para departamentos y lugares en los que no hay jardines o terrazas en donde colgar la ropa. Un tender en el interior del hogar suele quitarnos espacio de circulación y generar incomodidad. Asimismo, puede generar un peligro para los niños pequeños y las mascotas. 

No tendrás que planchar tanto

El planchado es un trabajo repetitivo y detallista. Para hacerlo bien se necesita tiempo y dedicación. Para muchas personas es una de las tareas del hogar más tediosas. Si eres una de estas, una secadora te vendrá muy bien.

Las secadoras de ropa disminuyen las arrugas de las telas, algo que definitivamente facilita el planchado. En el caso de algunas prendas llegarás incluso a prescindir de este paso. Luego de sacarlas del electrodoméstico, podrás doblarlas y guardarlas en tu vestidor.

El saber es poder

Por último, una lección que sirve para las secadoras, pero también para la vida: el saber es poder. Cuanta más información tengas sobre el aparato mayor provecho le sacarás. Ya verás, si te vuelves un experto en el uso de los programas de tu secadora, ahorrarás espacio, trabajarás menos en la gestión de la ropa y tus prendas se conservarán durante más tiempo.