El drama del Circo Rolex: Varados por más de un año en Laja
Más de 80 años de historia tiene el Circo Rolex, un espectáculo itinerante chileno que ha viajado por distintos países del mundo. Sin embargo, la pandemia del coronavirus, ha sido uno de los golpes más duros que han recibido.
Pero no es el único. En 2014 perdieron parte importante de sus instalaciones producto de un aluvión en el norte del país.
En diciembre de 2019, llegaron a la comuna de Laja, a ubicarse en un terreno ubicado también en la unión de esta localidad con San Rosendo, sin imaginar que sería un destino permanente.
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Ante esto, El Contraste viajó hasta la comuna de Laja para conversar con Valeria Martínez, la «matriarca del Circo Rolex». En una grata conversación contó parte de la historia del circo y las dificultades que tienen producto de la pandemia. Se trata de un emprendimiento familiar que le ha permitido sacar adelante a sus 6 hijos.
«Este circo viene de mi suegro que falleció hace más de 30 años y él inició este circo. Tiene aproximadamente 80 años y ha sido el trabajo de toda una vida. Todos los niños son nacidos y criados en el circo», relató.
La representante, expresó que la pandemia les cambió su estilo de vida. «Esto a nosotros nos ha hecho cambiar nuestra forma de vida porque nosotros somos bien patiperros. No nos gusta estar mucho tiempo en un lugar. Pasamos 1 o 2 semanas y luego partimos. Ahora tuvimos que adaptarnos a esta situación».
La mujer hoy es heredera de este espectáculo familiar, ya que su marido murió hace tres años. Antes de eso, viajaban por distintos países hasta que llegaron de regreso al país, donde no ha sido todo tan fácil. «Nosotros entramos a Chile en el 2013 o 2014, hemos trabajado varios años en Perú, Ecuador, Bolivia. Así que después cuando entramos a Chile, nos encontramos con un aluvión en Diego de Almagro y perdimos prácticamente casi todo», subrayó.
«Después, empezamos a avanzar y llegamos acá. Años que no venía a Laja, hace unos 30 años que no venía al sur. Toda la vida estuvimos en el norte, nos consideramos de ahí y hoy día vivimos haciendo un gran esfuerzo. Ahora tenemos nuestra pyme, donde salimos a vender palomitas y algodones y esas cosas, para poder sobrevivir en el día a día, mientras esperamos que salgamos luego de esto», añadió.
Ante su desesperación, ansiedad y anhelo de retomar su vida circense, sólo puede resumirlo en 10 palabras: «Que se termine esto luego ya para salir a trabajar».
Mamá hay un virus, ojalá no llegue hasta allá: La alerta al Circo Rolex
En diciembre de 2019, Valeria Martínez, recibió una llamada de su hija que vive en Australia. «Mamá, nosotros vamos a parar de trabajar porque hay un virus, ojalá que no llegue a Chile», le dijo. En el país, se veía en ese tiempo como una noticia lejana, pero no tardó en llegar.
Confieza que no se alarmó por el llamado. «Nosotros seguíamos trabajando y después apareció el primer caso en Chile. En ese momento, nosotros nos íbamos a Nacimiento. Luego, nos moveríamos de Nacimiento a Cabrero y ya habíamos contratado gente para desarmar el circo. Justo cuando nos teníamos que mover, todo se frenó y no podríamos trabajar», relató la matriarca.
«De ahí, yo fui a hablar con la municipalidad a explicarles nuestro caso, porque al lugar que nos fuéramos no íbamos a poder trabajar y bueno, aquí nos quedamos», declaró.
En relación a la ayuda que han recibido, se mostró muy agradecida de las municipalidades y la comunidad de Laja y San Rosendo. «La municipalidad se ha portado bien con nosotros, nos han traído agua. El alcalde de San Rosendo también nos ha dado apoyo y no tengo nada que decir de la gente de estas comunas, porque se han portado muy bien».
«Aquí trabajan entre niños y adultos, somos 30 personas y la mayoría es familiar. Antes de esto teníamos nuestras funciones con trapecistas, malabaristas y otros espectáculos. Todo en un show de dos horas. Pero lamentablemente, tenemos que ser pacientes. Afortunadamente, el pueblo nos ha dado una gran ayuda», concluyó.
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