Un mega parque eólico, seccionado en varios proyectos menores, es el que pretende construir la empresa Aes Gener en Los Ángeles. La iniciativa ha generado gran descontento, ya que las estructuras afectarán la calidad de vida de las familias de los sectores rurales.
Los sitios donde pretende instalarse el parque de la empresa Aes Gener, son 7. Estos afectarán a los vecinos de Las Trancas, El Ciruelo, La Victoria de Candelaria, El Sauce. Además, se suman los sectores de El Roble de Candelaria, Las Violetas, Las Quintas, Los Robles, Millantú, Las Quilas, San Francisco y Santa Eufenia.
Cabe indicar que su declaración de impacto ambiental – porque no realizaron estudios al seccionar los proyectos – data de 2014. Sin embargo, hasta este 2021, el proyecto no presentaba avances considerables. Pero lo más preocupante, es que los vecinos organizados, pudieron detectar que la obra tendría cambios. Ahora las torres serían mucho más grandes – casi el doble – y su impacto es aun mayor.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR:
- Brote en una constructora de Los Ángeles deja 56 casos de coronavirus
- Lajina encontró huevos y larvas en sus galletas Gretel
- Fondo Social Presidente de la República: Hasta 40 millones para organizaciones
Sin embargo, la expansión inmobiliaria, la parcelación de terrenos y la realidad de los sectores ha cambiado considerablemente. Frente a esto, es que hay una gran oposición, al asegurar que ya no se ajustan a la normativa.
Mega parque Eólico de Los Ángeles: ¿Se ajusta a la norma?
Es por ello, que el diputado por el distrito 21, Manuel Monsalve, solicitó a la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara, analizar este problema. En lo particular, solicitó tres acciones concretas, orientadas a establecer si la instalación de las mega torres eólicas, se ajustan o no a la norma.
El parlamentario dijo que Monsalve “nadie está en contra de la energía limpia pero ajustada a la norma para su concreción”. Ante esto, solicitó un informe respecto a la evidencia de los efectos ambientales de las torres.
“Para nosotros este proyecto amerita por lo menos colocar en discusión si corresponde que se haga mediante una Declaración de Impacto Ambiental o a través de un Estudio de Impacto Ambiental”, aseguró.
Lo segundo, se refiere a la norma internacional. En este sentido se debe considerar la distancia y el ruido con que estas torres, de incluso 220 metros de altura, afectan a las personas.
“En otros países lo óptimo es que se instalen a 1.000 metros de distancia para que el ruido en la práctica no sea percibido por quienes viven en las cercanías. Establece que lo mínimo son 500 metros, porque a esa distancia el ruido se puede percibir, pero no molesta. Sin embargo, se establece también una distancia crítica a 250 metros. Es decir, que bajo los 250 metros el ruido es de tal intensidad que altera la posibilidad de dormir de manera normal. En el caso de El Ciruelo, las torres están a menos de 200 metros de las viviendas, por lo que efectivamente la instalación está afectando a las personas”, aseguró Monsalve.
En la misma línea, explicó que «la empresa presentó un Estudio de Impacto de Decibeles, pero sólo los que se producían durante la obra para la instalación de las estructuras y no las que se producían por la operación de éstas. Claramente aquí hay un proceso de calificación ambiental, que tiene vicios de legalidad, sumado también la falta de participación”, denunció.
En su intervención ante la Comisión de Medio Ambiente, el parlamentario solicitó que se oficie a la Comisión Nacional de Energía, que es la institución que le corresponde pronunciarse respecto a una eventual fragmentación del proyecto. “Nosotros creemos que en este caso la hubo para eludir el Estudio de Impacto Ambiental”, sostuvo.
Por su parte, Vilma Mellado, Vocera de las familias de El Ciruelo Sur, explicó que su sector “se está transformando en una nueva zona de sacrificio, argumentando la nula participación de ellos en este proyecto”.