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La historia de Amalia Arriagada se viralizó rápidamente por Redes Sociales. La esforzada vida de esta adulta mayor de 82 años refleja a la perfección el delicado momento que atraviesan miles de familias a causa de la pandemia del coronavirus.

El presidente Piñera anunció bonos, préstamos y retiros de las AFP, sin embargo, el dinero no alcanza y el Gobierno sigue llegando tarde al auxilio de las familias vulnerables.

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Amalia trabaja en un paso nivel que está ubicado frente a su casa en Melipilla dirigiendo el tránsito. Gana entre 4 a 15 mil pesos. El dinero se reparte entre su nutrido grupo familiar, donde está su esposo de 101 años, un hijo inválido y bisnietos.

Su pensión es de 150 mil pesos y dice que se le va solamente con la cuenta de la luz. Su historia refleja el abandono hacia la tercera edad, algo que el Gobierno de Piñera no logra dar solución.

Pese a su delicada situación, Amalia piensa en el resto. En conversación con Mega remarcó que «yo sé que no es justo, ni para mí ni para nadie de la tercera edad. Aquí en Chile somos muchos de la tercera edad que lo estamos pasando mal, a lo mejor, peor que yo».

Indicó que le urge tener pañales para los más pequeños y balones de gas, debido a que se avecina un duro invierno, con el Covid-19 acechando.

Las buenas noticias no se quedaron en eso. Leonardo Farkas se enteró del caso y a través de su cuenta oficial inició una campaña para dar con la mujer y ayudarla con dinero.

«Trabajando a los 82 años por su pensión miserable. Debemos proteger entre todos a los adultos mayores. Por favor búsquenla y díganle dónde le deposito 1 millón para mejorar en algo su calidad de vida», señaló el empresario, que acostumbra realizar estos gestos filántropos.

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