Vientos fuertes y ruido que parecía una zona de guerra: así fue la emergencia que sacudió a la capital provincial de Biobío, en algo nunca antes visto en la zona y que cambió completamente la forma de ver este tipo de fenómenos naturales.
El 30 y 31 de mayo de 2019 son fechas que muchas personas no olvidarán, ya que se produjeron tornados y trombas marinas entre Maule y La Araucanía, siendo la capital provincial de Biobío una de las más afectadas, lo que causó temor y preocupación, además de lesionados y, lamentablemente, un fallecido.
Momentos antes de que ocurrieran estos fenómenos, se produjo una tormenta que afectó a gran parte del centro sur del país, con truenos y relámpagos, caída de granizos y mucha lluvia, algo normal para la época, lo que dejó sorprendidas a las personas.
Pero todo cambiaría primero en Los Ángeles, ya que pocos minutos antes de las 18:00 horas del 30 de mayo, lentamente se vio hacia el norte una nube oscura que estaba formando un embudo, algo poco usual y que muchos comenzaron a grabar con sus celulares.
Pero el miedo apareció cuando ya se apreció que no era solo un fenómeno nuboso, sino que era un tornado, que cruzó por los sectores rurales y urbanos, siendo los más afectados la Villa Francia y el Condominio Los Castaños, y parte de Villa Grecia, por nombrar algunas zonas, además de destruir completamente un conocido motel en las cercanías del cruce Antuco.
En sí, y luego de la difusión de videos e imágenes por las redes sociales, se pudo confirmar que fue un tornado y que los daños fueron 11 casas destruidas, decenas de árboles arrancados de raíz, vehículos y camiones volcados, y un saldo de 18 personas lesionadas, algo que solo duró 10 minutos.
Aquí se informó que la categoría del tornado fue clasificada como EF-2, según la escala mejorada de Fujita, con vientos que oscilaron entre los 178 y 217 km/h.
Según la extinta Onemi, Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior, que actualmente es Sensores, el desarrollo de este fenómeno poco frecuente en la zona se produjo por intensos vientos e inestabilidad en la zona debido al paso del sistema frontal, generando que la nubosidad se desarrollara hasta el suelo, dando origen a este tornado.
Al día siguiente, mientras los angelinos se recuperaban de lo ocurrido, la noticia se fue al borde costero, específicamente a la comuna de Talcahuano, ya que a eso de las 14:00 horas se reportaba, gracias a un avión que despegaba desde el Carriel Sur, una tromba marina que se movía hacia tierra.
La tromba llegó hasta la Caleta El Soldado, al noroeste del puerto, destruyendo casas a su paso, llegando hasta los cerros y reportándose en cuatro estaciones meteorológicas una variable caída de presión asociada al fenómeno, que era algo improbable que sucediera.
Mientras que en Concepción se reportó un tornado con una velocidad cercana a los 200 km/h, también considerado como categoría EF-2, con una trayectoria en dirección sureste, y tras 15 minutos, este dejó a su paso una persona fallecida y 23 lesionadas.
En relación a los daños, 175 casas quedaron casi inutilizables, sumado a algunas bodegas y vehículos que fueron afectados, manteniendo además el temor por lo que ya había ocurrido en Los Ángeles, pero que no se esperaba algo parecido en la capital regional.
En ese periodo de tiempo, fueron varios los reportes de estos sucesos, que claramente hicieron cambiar la forma en que se actuaba ante estas emergencias, que anteriormente nunca se habían visto en periodos tan cortos y con resultados tan destructivos.
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