Fueron minutos de terror para el centro sur del país, con el epicentro en las cercanías de la costa, sumado a un tsunami y negligencia de las alertas y monitoreos, una jornada que nunca será olvidada por quienes vivieron la tragedia.
Era la madrugada del 27 de febrero del año 2010; muchos ya estaban durmiendo y otros estaban terminando de ver el Festival de Viña del Mar, y una luna llena iluminaba gran parte de Chile; nadie sabía lo que sucedería.
Pasadas las 03:15 horas, muchas personas indicaron que los perros aullaban y no paraban de ladrar, seguido por luces en el horizonte algo extrañas y una sensación de intranquilidad.
A las 03:30 horas, el silencio rondaba cada rincón de la zona centro sur, pero cuatro minutos después comenzaría todo. Un movimiento sísmico de magnitud 8.8 empezó a azotar la zona, con el epicentro en la comuna de Cobquecura, siendo uno de los terremotos más fuertes en la historia de Chile.
El origen fue a causa del desplazamiento de la placa de Nazca, por debajo de la placa Sudamericana, la cual estaba a solo unos cuantos kilómetros de profundidad, una presión que se acumuló durante cientos de años, cuya energía fue liberada de golpe.
Con una duración de 2 minutos y 45 segundos, fue percibido en 12 regiones del país, el cual fue seguido por un tsunami, dejando un saldo total de 525 muertos y 23 desaparecidos, además de miles de heridos y desplazados y cientos de miles de afectadas o destruidas.
Los errores de esta tragedia
La emergencia en sí dejó varios errores que pudieron haber salvado a cientos de personas y que hoy en día son materia de crítica y aprendizaje, donde lamentablemente, inocentes perdieron la vida.
- Uno de estos fue que el jefe, en ese entonces, de Onemi Biobío, Jorge Henríquez, indicó que esto se trataba de un terremoto de IX a X grados Mercalli, comunicándose al Centro de Alerta Temprana donde no fue considerado a nivel central.
- La advertencia que fue enviada por Mario Andina, teniente y jefe (s) del SHOA, la cual fue enviada a 70 destinatarios, pero que solamente llegó a dos, Valparaíso y San Antonio, pero nadie la tomó en cuenta.
- Tanto la Armada como Onemi se acusaron de negligencias, y hubo 17 minutos de diferencia de la emergencia con el llamado, pero según la Onemi, el epicentro al ser en tierra, descartaba la alerta de tsunami y que los errores de quienes estaban en el CAT a esa hora, desencadenaron un efecto dominó.
- Otro detalle fue un mensaje que envió Vindell Hsu, geólogo del Centro de Observación de Tsunamis del Pacífico (PTWC) en EEUU, quien tras el terremoto, alertó a solo 5 minutos al SHOA, que existía una alta posibilidad de tsunami. La cual no había sido respondida, 21 minutos después, pero por teléfono, le señalaron que el cabo que recibió la alerta no sabía inglés.
- La capitanía de Puerto de Constitución cometió un error garrafal al no tomar en consideración las alertas que daba un pescador, negando la evacuación; posteriormente, a las 03:55, el mar comenzó a arrasar la zona y los uniformados evacuaron en una camioneta, dejando abandonada la población.
- El error de una mala coordinación en la Onemi, por protocolos de si se generaba o no la alerta, a pesar de que a las 04:07 horas había llegado un documento por fax, confirmando el tsunami, pero cuya información era ambigua para ellos, ya que asumieron que solo era una especie de alistamiento en caso de que pudiera llegar a producirse una emergencia.
- Onemi indicó que solicitaron la confirmación al SHOA sobre la alerta de tsunami; supuestamente, los marinos indicaron que no era necesaria la alerta. Pero el SHOA negó esta acusación y que tenían la declaración de Carmen Fernández.
- Con el pasar de los minutos, el caos entre el SHOA y Onemi, a causa de que se entregaba una información y no era recepcionada o recibida, provocó que las alertas no fueran consideradas en sí o que fueran como una simple advertencia.
- La confirmación desde Juan Fernández y de Talcahuano de un tsunami en curso no fue tomada en cuenta; incluso existe registro de un mensaje de texto enviado desde Talcahuano a Zelaya confirmando un tsunami a las 5:34 de la mañana, 26 minutos antes de la ola asesina.
- Otro punto fue a las 04:20 cuando el jefe de Segunda Naval, contraalmirante Roberto Macchiavello, informó a los Bomberos de Talcahuano, al jefe de la 8º Zona Policial, al intendente y a la población que no había alerta de tsunami porque el epicentro se había localizado en tierra, pero a las 06:00 y 06:40 horas, las olas golpearon Dichato.
Estos datos fueron recopilados en un reportaje que realizó Ciper Chile, con varios antecedentes y documentos donde dan a conocer el fallo y la negligencia de una jornada que quedó marcada en la memoria de los chilenos, y como la falla humana, por simples errores, deja marcas irreparables.