Inaceptable. Ni menos cuando son 12 los senadores que se abstienen, probando con tal actitud, un resultado determinado por su silencio y no por su determinación. Inaceptable.

En los años en la Mesa del Senado, en votaciones de reforma constitucional, no acepté la abstención en votaciones constitucionales. La razón. El no pronunciarse en un norma que en definitiva es la mantención de lo existente o el reemplazo propuesto, la abstención digo, es no reconocer ninguna de las dos opciones, por lo tanto, deshecha la existente.

El Congreso Nacional es el único órgano que contempla la abstención. El resto, jueces, tribunales de apelación, Corte Suprema, en fin  todos, no existe la abstención y eso está bien, en cambio  el Congreso, si la acepta y se practica a diario.

Podría entender su validez en proyectos de leyes de quórum simple,  que por su alto tecnicismo, el parlamentario no se sienta debidamente capacitado para dar su consentimiento o rechazo. En esto, efectivamente hay varios cuerpos legales, (los de pesca y acuicultura por ejemplo), que requieren un conocimiento científico de alto nivel. En ese caso, el parlamentario optará por acogerse a quien para él es referencia en la materia o simplemente expresará su abstención, reconociendo que tal resolución se escapa de su capacidad de comprensión .

Pero la Constitución es diferente. Si bien es cierto su trámite es el mismo de una Ley, la norma en cuestión, suma un conjunto de asuntos colaterales, propia de cualquier Norma Fundamental en la diversidad de las  Naciones  del mundo, que implica formas de vida, valores sociales, estabilidad  en todas sus formas, reconocimiento sociológico de una sociedad, es decir, buscará siempre ser representativa de la esencia de una Nación.  Y ante eso, no es posible abstenerse y más aun, cuando tal abstención, por el número de senadores que lo ejercieron, provoque un resultado cuya magnitud, atenta contra todos aquellos principios constitutivos de una Carta Magna. La Mesa del Senado, debió, antes de dar por terminada la votación, citar a los Comité para discutir este asunto. No lo hizo, provocando en el resultado final, una superficialidad de tal envergadura, que la República, ha terminado perdiendo.

No me pronuncio sobre los efectos de reconocer o no los años de parlamento anteriores, eso es un asunto legislativo que debemos respetar, pero, no acojo el resultado con 12 abstenciones. Esto deja la actual norma también en  entredicho. Los senadores que se abstuvieron frente a una norma constitucional,  no tienen conciencia de lo que es una Carta Magna.

Mario Ríos Santander