La jornada de este martes, con honores y una ceremonia emotiva, se llevó a cabo el traslado hasta un crematorio en la comuna de San Pedro de La Paz de la voluntaria fallecida de la Compañía de Millántu, hasta donde llegaron sus compañeros, amigos y familiares.
Durante la noche de ayer, lunes, se realizó la última misa a Catalina Pizarro San Martín, quien era voluntaria de la Séptima Compañía del Cuerpo de Bomberos de Los Ángeles. Hasta allí llegaron diferentes delegaciones a realizar la guardia de honor. Para ser parte de la ceremonia realizada en la parroquia ubicada en el sector Santa Fe.
Ahí, el superintendente Raúl Márquez señaló que «uno espera despedir a sus camaradas más antiguos, no a los más nuevos. Uno espera despedir a aquellos que llevan muchos años de servicio y que conoce sus historias. En cambio, despedir a una joven de 24 años es sumamente difícil, porque estuvo muy poco tiempo en nuestras filas. Pero fui instructor de ella como bombera operativa, así que sí sé de principios y valores que Catalina tenía».
«Catalina, que tu cuerpo descanse en paz», finalizó Márquez, en medio de un ambiente de paz y regocijo, teniendo en consideración la historia que la joven voluntaria tenía detrás. Más aún, considerando que solo hace un tiempo había llegado desde la comuna de Antofagasta, donde se mantuvo en la Segunda Compañía.
Un legado para bomberos de Millántu
Por otro lado, Bárbara Sandoval, directora de la Séptima Compañía de Millántu, señaló que «voluntarios y voluntarias de la Séptima Compañía, familiares de Catalina Pizarro San Martín y todos los presentes. Hoy nos reunimos para despedir los restos mortales de nuestra compañera». Agregando que «queremos recordar tu esfuerzo, dedicación y amor por ayudar a los demás, del cual nunca se nos ha olvidado. Tu ausencia deja un vacío irreparable en nuestros corazones y nuestras filas».
Con el pasar de los discursos, la directora se quebró al momento de recordar cómo era la voluntaria en la Compañía. «Tu valor y generosidad han dejado una huella importante. Y será difícil, pero con esfuerzo y perseverancia, como dice nuestro lema, vamos a salir adelante». También enfatizó en la dedicación a la familia que tenía en todo lo que hacía, y que el espíritu de servicio se quedará y será un ejemplo para las próximas generaciones.
Finalmente, sus restos fueron cremados en la comuna de San Pedro de La Paz, donde sus familiares harán un responso más privado. Para luego tomar la decisión correspondiente de lo que se viene a futuro. Pero agradecidos del apoyo y cariño tanto de la comunidad como de la institución que albergó a Catalina.
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