La pandemia del coronavirus ha llegado a cada rincón de este largo y angosto país. A la fecha, 14.378 – equivalente a toda la población masculina de Mulchén – han muerto en Chile producto de esta enfermedad, la cual aun no da tregua.
Mientras, en las calles, las personas parecen haberse acostumbrado a que la enfermedad está, le perdieron el miedo, sin medir y casi sin darse cuenta que cientos de personas mueren cada semana producto del Covid-19.
Esto fue precisamente lo que le tocó vivir a una familia del centro de la comuna de Mulchén, donde dos integrantes – Diego y Danilo – se contagiaron. Mientras el primero estuvo asintomático, el segundo de 37 años estuvo a punto de morir.
Sin embargo, tras una intensa lucha de un mes y 5 días, este viernes regresó a su casa, entre aplausos, pancartas y globos de toda la comunidad que lo salió a recibir.
Su hermano Diego Oñate, conversó con El Contraste y contó parte de lo que vivieron, la angustia y la emotiva recepción de este esperado día.
«Él tenía todos los síntomas, tenía fiebre y dolor de pecho, entonces fuimos a hacer los exámenes, pero él siempre salió negativo, nunca salió positivo en los PCR. Siempre salió negativo y al final le hicieron un TAC y ahí descubrieron que era el virus. Pero los PCR le tomaron tres, en Mulchén, Los Ángeles y no, era PCR era negativo», comenzó relatando.
Luego, comentó que «el día 6 de octubre él se fue a hospitalizar a Los Angeles. Desde ahí empezó con los problemas hasta el día 10 de octubre – que fue un día sábado – donde fue entubado en la Clínica Los Andes».
Añadió que «el estuvo 14 días entubado y gracias a Dios, se recuperó, salió adelante a pesar de su estado que era muy crítico».
Respecto a cómo se contagió, Diego relató que «la verdad es que no tenemos claro como ocurrió, porque yo igual me contagié, no sabemos cómo fue. Yo estuve asintomático, no sentí ningún malestar, nada y a él lo agarró el virus y lo tiró al hospital de una».
«Mi mamá y mi hermano chico no se contagiaron, yo me quedé a hacer mi cuarentena acá y no los contagié ni nada».
LA BIENVENIDA
Pasó un mes y 5 días para que Danilo regresara a su casa y la comunidad lo estaba esperando y entre ellos por su puesto su madre y dos hermanos.
«Nosotros tuvimos una muy buena preocupación frente a mi hermano por parte de nuestros vecinos y mis colegas del hospital, porque yo trabajo en el Hospital de Mulchén. Entonces, todas las personas hacían cadena de oración por él, tenemos un grupo de WhatsApp en el barrio y todos pedían por él. Entonces, surgió la idea en el barrio de cuando él llegara, lo íbamos a esperar con globos, pancartas y lo hicimos. Ayer a mí me dieron la noticia que él estaba de alta que hoy día había que ir a buscarlo, así que informé en el grupo y lo hicimos».
Respecto al estado de salud de su hermano, dijo que «la verdad es que él le cuesta caminar un poquito, en cuanto a hablar, habla bien, se expresa bien, pero caminar le cuesta. Es normal para quien estuvo más de un mes en cama».
Finalmente, respecto a quienes aun no le toman la seriedad que requiere a esta grave enfermedad, sostuvo que «la verdad yo le diría a la gente que esto no es un juego, que tienen que ser responsables en todo sentido y cuidarse como corresponde, porque la verdad es que nosotros como familia, lo vivimos de muy cerca y no se lo deseamos a nadie lo que pasamos».
«Fueron momentos de angustia. Estar aquí los 14 días de aislamiento sin poder ir a verlo, él tuvo un mes y 10 días en la clínica. No lo podíamos ver, no nos dejaban verlo, solo videollamadas, pero después que salió de eso. Después de un mes», expuso.
«Hoy día nosotros nos podemos volver a reunir como familia, pero estuvimos a punto de contar una historia diferente. Tomemos conciencia, porque esto es en serio y estoy seguro que nadie quisiera pasar por lo que nosotros, por haberse ido a tomar un helado, ir a un cumpleaños o salir de manera innecesaria», cerró.