El Primer Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Santiago condenó a cinco personas (dos chilenos y tres extranjeros) por los delitos de tráfico de drogas, tráfico de precursores, lavado de activos y asociación ilícita. Esta organización fabricaba y distribuía pastillas de MDMA en una red que abarcaba desde Antofagasta hasta Los Ángeles.
La agrupación liderada por una mujer chilena, coordinaba la producción y venta de las pastillas. Entre los integrantes estaban su padre, que actuaba como testaferro; su conviviente de nacionalidad colombiana; el hermano de este; y un ciudadano venezolano, encargado de la confección de las pastillas.
Durante el operativo, las autoridades incautaron una máquina automática equipada con un motor, utilizada para acuñar pastillas de MDMA. Este hallazgo evidenció el nivel de sofisticación de la organización y su capacidad para operar a gran escala.
El caso fue investigado por el fiscal Daniel Contreras, quien junto al Ministerio Público solicitó penas que, en total, superan los 150 años de prisión para los involucrados. La condena subraya la gravedad de los delitos cometidos por esta asociación ilícita dedicada al tráfico de drogas.
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