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A poco más de un mes del secuestro y homicidio de Nicolás Alberto Cárdenas Villa, un joven universitario de 22 años, su madre, Marcia Villa Ortiz, mantiene viva la exigencia de justicia.

El caso donde cuatro hombres, entre ellos un ciudadano colombiano, ya fueron formalizados y se encuentran en prisión preventiva por el crimen ocurrido el pasado 30 de octubre en Los Ángeles.

El ataque comenzó cuando la víctima fue abordada en el sector del parque Quilque, en la avenida Padre Hurtado, por un grupo que lo obligó a subir a un vehículo. Tras ser llevado a un sector rural, Nicolás fue torturado y asesinado. “Desde el primer día pedimos ayuda. Fueron cinco días de incertidumbre y rumores hasta que la PDI tomó el caso y pudimos encontrarlo”, señaló Villa en entrevista exclusiva.

Una búsqueda obstaculizada por rumores

Marcia Villa lamentó que durante los primeros días la búsqueda se complicó por la circulación de versiones falsas. “Decían que lo habían visto robando, comiendo de la basura o en un semáforo. Todo era mentira”.

“A mi hijo lo mataron el mismo día que lo tomaron”, afirmó con voz quebrada, agradeciendo el trabajo de la PDI “Ellos sí hicieron su trabajo, gracias a ellos lo encontramos”. Sin embargo, Villa criticó la falta de acción inicial de otras autoridades. “Carabineros no hizo nada al principio. Solo cuando la PDI tomó el caso hubo avances”.

“A Nicolás sus propios amigos lo mataron”

El dolor se agudiza al saber que los implicados eran cercanos a Nicolás. “Lo que más duele es que quienes lo secuestraron y mataron eran sus propios amigos. Esto no fue una venganza, fue envidia”, sostuvo, desmintiendo rumores sobre supuestas rencillas por drogas. “No hay ninguna prueba de eso. Él estaba en su casa, alejado de todo eso”.

Villa describió a su hijo como un joven que buscaba enmendar su vida. “Era estudiante, pertenecía a la iglesia, era padre, hijo, hermano. Pudo haber cometido errores, pero estaba cambiando”.

La madre dejó claro que espera la pena máxima para los responsables. “A muchos les sorprende que sea secuestro porque no pidieron dinero. Pero desde el momento en que lo retuvieron contra su voluntad, fue secuestro. Lo torturaron, lo golpearon sin piedad. Necesitamos que paguen por todo lo que hicieron”, expresó con firmeza.

Villa también manifestó su temor de que los imputados puedan quedar en libertad: “No quiero que salgan en cinco o seis años o que aleguen estar locos para evitar la cárcel. Nadie merece lo que le hicieron a mi hijo”.

Un mensaje para los responsables

Al preguntarle qué les diría a los acusados, su respuesta fue contundente: “No puedo enfrentar a personas como ellos. Solo quiero que paguen. Nada justifica lo que hicieron. Mi hijo no merecía este final”.

Finalmente, envió un llamado a las autoridades, indicando que “espero que la justicia haga su trabajo y que estos sujetos no vuelvan a salir libres. Necesitamos proteger a otros jóvenes. Hoy fue mi hijo, pero mañana puede ser cualquier otra familia”.

Los cuatro imputados permanecerán en prisión preventiva mientras avanza la investigación. La familia de Nicolás Cárdenas sigue esperando respuestas y confía en que el proceso judicial marque un precedente para evitar que casos como este queden impunes.

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