Una enfermedad terminal, que avanza rapidamente, mantiene a Emilio Vega y su familia, haciendo un llamado por ayuda, con la finalidad de que pueda estar presente varios años más.

En medio del apacible entorno rural de Los Ángeles, una batalla silenciosa se libra cada día en la vida de Emilio Vega Alarcón, un padre de familia de 33 años que enfrenta un diagnóstico devastador: cáncer renal con metástasis en ambos pulmones.  

La esperanza de Emilio y su familia recae en costear un costoso tratamiento médico que, hasta ahora, resulta inalcanzable para ellos. 

Emilio fue diagnosticado con un sarcoma renal en etapa 4, un tipo de cáncer poco común en Chile. Aunque el tumor en su riñón derecho fue extirpado con éxito, la metástasis en sus pulmones sigue avanzando, con un pronóstico que, sin tratamiento adecuado, le da apenas dos años de vida.

«El cáncer que tengo no tiene cura», expresó Emilio, «pero con el tratamiento adecuado puedo ganar tiempo para estar con mi familia».

El tratamiento recomendado por los médicos incluye dos costosas drogas: Yervoy y Opdivo, necesarias para poder enfrentar un poco la enfermedad. Emilio está ante este desafío de acceder a estas terapias, ya que el sistema público de salud solo cubre una de ellas, mientras que la segunda, con un costo superior a los 40 millones de pesos, debe ser costeada de manera particular.  

El apoyo de su familia ha sido importante para Emilio Vega

«Es una cantidad que está fuera de nuestro alcance», comentó Karina, su esposa, mientras relataba los esfuerzos que han hecho, junto a su comunidad. Esto, para recaudar fondos a través de eventos benéficos. «Mi esposo quiere seguir luchando por nuestra familia, pero necesitamos ayuda urgente», agregó. 

La familia Vega, que además debe cuidar de su hijo de 10 años, quien padece trastorno del espectro autista (TEA), está haciendo un llamado a la solidaridad de la comunidad y del sector privado. «Nuestro hijo no comprende lo que está pasando, pero necesita a su padre, y nosotros necesitamos que Emilio siga luchando», dijo Karina entre lágrimas. 

En esta dura realidad, Emilio agradece a quienes han brindado su apoyo, pero sabe que la lucha continúa. «Agradezco a todos los que ya han ayudado, pero el camino es largo y necesitamos seguir tocando puertas. Espero que este llamado llegue a quienes puedan hacer una diferencia». 

Para quienes deseen apoyar económicamente a Emilio y su familia, pueden hacerlo a través de la cuenta RUT.

Emilio Vega Alarcón: 17.868.092-7 del Banco Estado. 

En un momento donde la esperanza parece ser el único refugio, la familia de Emilio sigue confiando en que la solidaridad de su comunidad y el sector privado. Que les permitirá costear el tratamiento que podría prolongar la vida de un padre que no está dispuesto a rendirse. 

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