Participantes del seminario | Cedida

En la instancia se destacó el trabajo de una década de la alianza entre la empresa Colbún y la UCSC, y que ha permitido fortalecer la confianza y generar oportunidades para el desarrollo sustentable de los pescadores artesanales de Caleta Lo Rojas, en Coronel.

Cuando la dignidad humana se convierte en el centro de las acciones colaborativas, las transformaciones que se generan trascienden lo económico y tocan profundamente la vida de las comunidades. Bajo esta premisa, la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC) y la empresa Colbún lograron construir una alianza que no solo ha mejorado las condiciones de vida de los pescadores artesanales de Caleta Lo Rojas, de la comuna de Coronel, sino que ha establecido un modelo de desarrollo basado en el respeto mutuo, la empatía y el acompañamiento sostenido.

Este enfoque fue analizado en el contexto del seminario organizado por la UCSC titulado “Trabajo colaborativo centrado en la dignidad del otro: Alianza clave para comunidades, empresas y universidad”, donde se presentaron los resultados de la colaboración con Colbún que ha durado más de 10 años.

El vicerrector de Vinculación con el Medio, Andrés Varela, destacó que la posibilidad de entablar lazos mediante el reconocimiento de la dignidad del otro “es un principio que está en el corazón de la misión institucional, dado que forma parte de nuestra identidad como una universidad católica”. A ello, agregó que las universidades poseen el rol y la responsabilidad de “trabajar con las comunidades de manera conjunta, para contribuir a su desarrollo y también retribuir en la parte interna, especialmente, a los estudiantes, lo que genera relaciones bilaterales”.

Seminario abordó un modelo de colaboración centrado en la dignidad humana.

De acuerdo con la directora del Núcleo Social UCSC, Sonia Stevens, las experiencias de innovación social son comprendidas desde la Universidad como “la cocreación de soluciones novedosas que satisfagan problemáticas sociales, promuevan el desarrollo sostenible y busquen el bien común mediante una relación multidireccional, que enfatice la participación y la colaboración de la comunidad, teniendo como resultado una mejora sustancial y progresiva de las condiciones donde se desarrollan las personas y sus entornos”.

Por su parte, el subgerente de Asuntos Públicos Centrales de Generación de Colbún, Julián Perret, valoró la contribución de la UCSC en la construcción de confianzas con la comunidad. “El éxito del programa Pesca Futuro ha sido posible gracias a la colaboración estrecha entre el sector público y la Universidad. La metodología de la UCSC, basada en el acompañamiento continuo y el enfoque en la dignidad de las personas, ha sido clave para que los pescadores artesanales desarrollen proyectos de fomento productivo que antes parecían inalcanzables”.

A su juicio, este trabajo conjunto no solo ha transformado a las comunidades, sino que también ha cambiado la forma de la empresa de relacionarse con ellas. “Lo que comenzó como una relación difícil, hoy es un ejemplo de cómo el diálogo y el compromiso pueden generar un impacto positivo, siendo un modelo para otros proyectos que busquen resultados sostenibles”, recalcó el ejecutivo.

Julián Perret, Sonia Stevens, Sonia Riffo y Pablo Venegas.

Cambiando paradigmas

Durante la última década, la relación entre Colbún y las caletas de Coronel ha experimentado una profunda transformación. Lo que en un principio estaba marcado por tensiones y desconfianza, ha evolucionado hacia un modelo de cooperación basado en el respeto mutuo. Ante este desafío, la empresa y la UCSC decidieron enfocar sus esfuerzos en la creación de caminos para el desarrollo, con la dignidad humana como eje central. El académico de la Facultad de Ingeniería, Pablo Venegas, subrayó que este enfoque “permitió cambiar el paradigma en las relaciones, generando confianza entre los pescadores. La clave fue siempre actuar con empatía y fomentar el diálogo, lo que ha sido fundamental para lograr resultados positivos”.

Sonia Riffo, presidenta del sindicato de Sipromar, ha sido testigo de primera mano de los cambios que esta alianza ha traído a su comunidad y a su propio desarrollo como dirigente. “Yo partí siendo muy peleadora, siempre buscando que nos escucharan, pero en el camino aprendí que también es importante escuchar. Este proyecto nos permitió abrir la mente, no solo a nosotros como pescadores, sino también a nuestras familias», comentó.

La dirigente comentó que antes las familias se dedicaban a la pesca, generación en generación, pero con la iniciativa de las becas para sus hijos, esa dinámica se rompió. “Hoy muchos de nuestros hijos son profesionales: médicos, ingenieros, abogados. Ha sido un cambio tremendo. Esta iniciativa tuvo un impacto enorme, porque no solo mejoró nuestras condiciones de vida, sino que nos dio la oportunidad de crecer y proyectarnos”.

El programa “Pesca Futuro” de Colbún, se enmarca dentro del relacionamiento comunitario que la empresa generadora ha establecido en la comuna de Coronel y que ha involucrado becas de estudios para hijos y familia de pescadores, financiamiento de proyectos de fomento productivo y asesoramiento continuo.