Nicolás Jarry (22°) desató su espíritu patriótico en un emocionante enfrentamiento contra el italiano Lorenzo Sonego (59°) en el Masters 1.000 de Shanghai. Este partido tenía un sabor especial, ya que Sonego había sido el verdugo de Chile en la Copa Davis, una afrenta que pesaba en el corazón del tenista nacional. Pero esta vez, el nieto de Jaime Fillol no estaba dispuesto a permitir que la historia se repitiera.
La primera manga fue un verdadero duelo de titanes, sin que ninguno de los dos jugadores cediera terreno. Fue en el desempate donde Jarry demostró su determinación y patriotismo, superando a su rival italiano y cerrando la manga con un marcador de 7-6 (7-6) en 1 hora y dos minutos.
En el segundo set, Jarry continuó mostrando su superioridad. En el cuarto juego, logró el ansiado quiebre, un momento que llenó de orgullo a los chilenos que seguían el partido. Mantuvo su ventaja hasta el octavo juego, cuando consiguió otro quiebre decisivo, asegurando así la victoria en ese set con un marcador de 6-2.
El héroe nacional chileno, actualmente el mejor rankeado en el ATP, avanzó a los octavos de final, donde se enfrentará a un viejo conocido y también a un competidor que está mostrando un renacimiento en Shanghai: el argentino Diego Schwartzman (130°). Schwartzman, en un acto de valentía, sorprendió al mundo del tenis al vencer al octavo mejor jugador del mundo, el estadounidense Taylor Fritz, en tres emocionantes sets.
Esta próxima batalla entre Jarry y «Peque» será un enfrentamiento de épicas proporciones. Aunque el historial entre ambos favorece al argentino, hoy en día se encuentran en momentos diferentes de sus carreras. Nicolás Jarry, con el apoyo de toda una nación detrás de él, buscará escribir un nuevo capítulo en su historia de patriotismo y tenacidad en el Masters 1.000 de Shanghai.
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