La mañana de este jueves, la Policía de Investigaciones hizo una entrada sorpresiva en la residencia de Camila Polizzi, figura central del controvertido «Caso Convenios en el Biobío». Ubicada en la ciudad de Concepción, la casa de Polizzi fue el foco de un allanamiento en el marco de la investigación sobre presuntas irregularidades financieras que han sacudido a la región.

La vivienda, situada en la calle Orompello, fue el epicentro de una operación que resultó en el aseguramiento de dos cajas de elementos de interés para la investigación. Paralelamente, se llevaron a cabo registros en el domicilio de los padres de Polizzi, ubicado en la calle Heras, como parte del mismo operativo policial.

Este desarrollo se enmarca en una amplia pesquisa de la Fiscalía que involucra al menos siete transferencias monetarias bajo escrutinio en el Biobío. Uno de estos traspasos está relacionado directamente con el Gobierno Regional y la Fundación En Tí, entidad en la cual Camila Polizzi tenía un papel prominente. Los fondos, que ascendieron a más de $250 millones, originalmente estaban destinados a la mejora del barrio norte de Concepción. Sin embargo, se ha revelado que estos recursos se desviaron hacia gastos no relacionados, como restaurantes, ropa de marca y hasta lencería de lujo, dando lugar al apodo de «Caso Lencería».

Camila Polizzi: «Estoy tranquila»

A raíz del allanamiento, Camila Polizzi abordó a los medios congregados para brindar su perspectiva. «Se desarrolló un procedimiento acá, de manera normal, expedita y eso fue todo lo que ocurrió. Hay una investigación que lleva adelante el Ministerio Público. Yo estoy a disposición, estoy disponible, estoy ubicable y eso es lo que ocurrió hoy día. No puedo hablar nada más, la carpeta es secreta, la investigación fue declarada secreta por la fiscal, por lo tanto respeto eso»

Polizzi también indicó que colaboró plenamente con los oficiales durante el allanamiento, entregando voluntariamente sus dispositivos electrónicos y computadoras. «Lo que estimaron conveniente. Yo entregué mis aparatos electrónicos, mis computadores, todo de manera voluntaria, sin ningún problema. Entregué todo lo que ellos nos solicitaron […] Estoy tranquila».

Este nuevo giro del caso arroja luz sobre una serie de individuos y transacciones financieras bajo escrutinio en la región del Biobío. A medida que el «Caso Convenios en el Biobío» continúa desplegándose, la atención pública se mantiene enfocada en los desarrollos emergentes y las posibles ramificaciones de las indagaciones en curso.

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