Claudia Tamara Mora, es una pianista angelina y compositora que ha hecho de la música su vida, pasión y también una herramienta de trabajo.

Su gran talento, le ha permitido desarrollarse en este rubro que se inició desde muy pequeña cuando recibió un regalo que cambiaría su vida. Desde ahí, su madre la comenzó a llevar a sus primeras clases de piano, tras lo cual fue creciendo y se especializó con distintos profesores. Así, emigró a la Universidad del Biobío en Concepción, donde llegó a los concertistas de piano y luego, se fue la Universidad Adventista.

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Con este trabajo más diplomados en cultura y neurociencia, ha desarrollado sus dotes de profesora, trabajando las capacidades cognitivas de sus alumnos. En ese contexto, trabajó en el Hospital Víctor Ríos Ruiz en el área de psiquiatría apoyando la parte motora de los pacientes.

De esa manera, Claudia Tamara, ha logrado no solo ser destacada de manera individual, si no que también introducir a exitosos pequeños en este maravilloso de la música, logrando que obtengan importantes premios.

Claudia Tamara Mora, pianista.

¿Qué es para usted la música?

Es algo extraordinario, es como una utopía en la perfección. O sea, para mí esta Dios primero, pero después está la utopía de la mujer, lo que es perfecto y eso me permitió hacer dos composiciones el año pasado con «Reencarnación de una Mujer», y este año para el día de la mujer, en ALAM (Asociación Latinoamericana), lo debute con la «Utopía de una Mujer”.

Yo rescato mucho el tema de la mujer. A veces no la vemos aparentemente, pero es muy perfecta, a la cual se le debe respetar, se le tiene que valorar en sí como tal, así que siempre toco mucho el tema de la mujer

El libro de Claudia Tamara

Para esta artista, la música no es la única pasión, ya que también logró el lanzamiento de un libro, que va dirigido a los más pequeños y ha incluido romper barreras que comúnmente se ven, agregando a niños con distintas características, y en donde en un tiempo más, lanzarán un segundo tiraje.

Es precisamente en esta labor, que los pequeños han logrado triunfos internacionales en Serbia, Bielorrusia, Ucrania o Jerusalén, en donde han dejado en alto sus nombres, a nuestro país, y en especial, a la ciudad de Los Ángeles.

¿Cree que la música actual se ha afectado con el pasar del tiempo?

Yo soy de la parte antigua. ¿Qué significa? que hay que aprender mucho de la antigüedad. Yo creo que el que no se remonta a los tiempos de atrás, no sabe lo que le ha costado mucho a la gente, que los grandes escritores están en la antigüedad, los grandes músicos, científicos y matemáticos son de la antigüedad, pues si no vemos eso, no logramos repasar esos camino, nosotros como personas podamos aprender más.

De verdad yo soy de la parte antigua, como lo fue Beethoven, era irreverente, enamorado, pero todos pasaron por matemáticas, filosofía, música, manejaban idiomas. Creo que como personas, no explotamos ni el 10% de las capacidades intelectuales que tenemos.

Me gusta rescatar lo antiguo, de cómo empezó la música, qué fue cambiando, pero para mejor y entregando muchas herramientas a los niños, en donde vemos todo esto. Por ejemplo, Bach decía que los 10 dedos que tenemos, son 10 personas distintas. O sea, uno pensaría cómo es el tipo de trabajo cognitivo para el ser humano, qué grado de inteligencia tenían para componer tales obras, así que yo soy de la parte antigua, de rescatarlo olvidado.

Las clases de piano

Para Claudia Tamara, la importancia del trabajo con los niños y jóvenes, tienen distintos niveles de aprendizaje, ya que algunos llegan sin saber nada de música, hasta algunos que se manejan avanzadamente en el arte de tocar piano.

«Estos empiezan de cero y se les va aplicando dependiendo su nivelado, en todos los casos hemos tenido pequeños de todas las edades. Además, es una buena sensación que se aboquen en otros temas, yo creo que todo el ser humano tiene una vía de escape e incluso después de adulto. Yo tengo que mencionar a mi hijo que estudio el Chelo, por ejemplo, que es su vía de escape, ya es un adulto, un ingeniero, pero toca el Chelo”, cerró.

«Con la profesora pude descubrir mejores habilidades»

Dos de sus alumnos, dieron brevemente sus puntos de vista, de cómo ha sido el trabajo realizado por la profesora, y que los llevo a estar dentro del mundo de la música.

Ricardo Garcés, de 17 años, señaló que “para mí la música es un escape de la rutina diaria. Me ayuda a distraerme de lo que siempre hago. Al piano llegue más que nada por curiosidad, por un teclado que le compraron a mi hermano chico y por curiosidad lo comencé a tocar y terminé agarrando gusto”.

“Antes de empezar a tocar piano, yo tocaba guitarra y bajo, por lo tanto, ya sabía leer las partituras. El trabajo con la profesora ha sido muy importante, antes de ella yo tenía otro profesor, él fue el que me enseño la teoría básica, y con la profesora pude descubrir mejores habilidades”, agregó.

Además, el joven hizo un llamado para quienes les gusta la música, manifestando que “lo intenten y no se frustren, ya que para comenzar a tocar un instrumento se necesita mucha paciencia, no es algo que van a aprender de un día para otro en sí”.

Por otro lado, Juanita Barenboim Mora, de 15 años, quien aparte de ser alumna de Claudia Tamara, es su hija, indicó que todo el gusto de estas artes, es gracias netamente a su madre.

“A mí me llevó a tocar música, después de ver a mi madre tocar el piano, y eso desde pequeña me marcó y me gustó mucho. Tuve la suerte de poder estar con muchos instrumentos, pero me quedé con el piano, ya que me gustó mucho”, afirmó.

Finalmente, dijo que “a futuro, me gustaría ser una gran pianista, tal como es mi mamá, poder llegar lejos en este mundo, y que sea parte de mi vida la música”.

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