Con la firma de un convenio de trabajo colaborativo entre Colbún S.A., la Universidad de Concepción y la Fundación Ecopartnersbank, se dio el vamos al proyecto “Apicultura Comunitaria” que está impulsando la generadora eléctrica, que consta de la reforestación con especies nativas en predios cercanos a las centrales de la empresa y la invitación a apicultores locales a instalar sus colmenas en estos terrenos.

El programa, que considera una superficie total cercana a las 250 hectáreas, se realiza en las comunas de Codegua, Los Andes, Coronel, Quilleco, Cabrero, Santa Bárbara y Yumbel.  Esta última, cuenta con la plantación de Quillay de estas características más extensa de Chile (140 hectáreas).

comunas son las que participan del programa “Apicultura Comunitaria” de Colbún.

Además del Quillay, se reforesta también con Frangel, Espino y Maitén, todas especies nativas cuyas bondades está comprobado que son un aporte para la mantención de la biodiversidad, el ciclo del agua, la fertilización de los suelos, la fijación del carbono y la reestructuración ecológica.

Junto a la reforestación, Colbún además ha abierto estos espacios a las comunidades locales para que los pequeños apicultores puedan instalar sus colmenas para la producción de miel la que, gracias a la reforestación nativa, podría llegar a ser monofloral en corto plazo, produciendo de esta manera un encadenamiento productivo con alto impacto socioambiental en todas aquellas comunas donde se está llevando a cabo el programa “Apicultura Comunitaria”. 

Lucía Vilches, especialista ambiental de la gerencia de Medio Ambiente de Colbún explicó: “Nuestra idea es agregar valor a estos predios de reforestación con especies nativas, aportando a la apicultura comunitaria en todos los terrenos y que creemos irá en beneficio directo de las comunidades vecinas que están muy interesadas en este proyecto”.

Encadenamiento asociativo

En este proyecto se suman la Universidad de Concepción junto a la Fundación EcopartnersBank que estarán a cargo de realizar estudios de suelo y medioambiente en el predio de Yumbel, con el fin de analizar los efectos positivos de la reforestación nativa en el ambiente ecosistémico, junto a la calidad de la miel que produzcan las abejas.

250 hectáreas de reforestación de especies nativas abarcan los terrenos destinados a la iniciativa.

La profesional de la Seremi de Agricultura de la Región del Biobío, Patricia Sanzana, enfatizó en el valor agregado que este acuerdo provocará, tanto en el mercado como en los apicultores de la zona. “Tenemos una mesa apícola que trabaja a nivel regional, y consideramos que esto ayuda a generar información, que permitirá agregar más valor a la miel, ya que conoceremos los porcentajes de sus componentes y orígenes, pudiendo así, enfocar el mercado en el cual se comercializará”.

“Que hayan plantado más de 120 hectáreas de este árbol tan preciado para las abejas, me parece maravilloso, especialmente ahora, donde se descubrió por parte de UdeC, que la miel de quillay tiene muchas cualidades organolépticas por la cantidad de antioxidantes que posee”, afirmó Leonardo Guiñes Candia, de Cooperativa Apícola Santa Bárbara (COASBA).

Mauricio Rondanelli, jefe del Laboratorio de Paleontología y Ecología Vegetal de la Universidad de Concepción sede Los Ángeles, afirmó: “El propósito de esta alianza entre UdeC y Colbún no solo potenciará el rubro apícola con el comportamiento de las abejas, sino que también permitirá la posibilidad de dirigir la producción de una miel monofloral de Quillay que es muy apetecida en los mercados”.

140 hectáreas tiene el predio en Yumbel donde se realizarán los estudios e investigaciones.

Laslo Pancel, director internacional de Ecopartnerbank, mencionó: “Nuestra institución busca apoyar el enlace entre productores de bienes naturales y empresarios dispuestos a neutralizar su huella de carbono. En este caso, nos interesa muchísimo que una empresa importante como Colbún sea un ejemplo en este tema, junto a las comunidades interesadas”.

Los estudios realizados por ambas instituciones consideran la evaluación del origen floral de la miel; los calendarios polínicos que ayuden a proponer medidas que ayuden al proceso de obtención de mieles monoflorales; recopilar y generar información acerca de la biodiversidad vegetal y polínica; determinar la contribución de la plantación al servicio ambiental de captura de carbono; y, establecer el potencial de otros servicios ambientales a partir de la reforestación con Quillay. 

Cabe destacar que durante el 2019 se realizó un proyecto piloto que consideró la instalación de 20 apiarios en los terrenos de Yumbel en la época de floración, que dio como primeros resultados una cosecha de miel principalmente multifloral y una parte monofloral, razón por la que Colbún decidió expandir este programa a nivel nacional.