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Una historia de solidaridad que cruzó el país y llegó a Europa. Se trata del Batman chileno, uno de los tantos héroes anónimos que ha dejado la pandemia del coronavirus

Todas las noches, en medio del frío y la soledad, se sube a su auto a repartir comida y entregar una palabra de aliento a decenas de indigentes del sector céntrico de Santiago.

Su llamado es claro: ayudarse los unos a los otros. El país pasa por una grave crisis social, con miles de desempleados, por lo que su gesto cobra mayor sentido.

En conversación con la Agencia Reuters, el sujeto- que no reveló su verdadera identidad- hizo un llamado a todos los chilenos: «Esto tiene un sentido y quiero dar una señal a la gente».

«Miremos si podemos dedicar un poco de tiempo, un poco de comida , un poco de abrigo , una palabra de aliento al que lo necesita, ese es el llamado», cerró.