Durante la tarde de este lunes, el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Arica decretó una condena de 10 años de cárcel para un sujeto por los delitos reiterados de abuso sexual y un delito de abuso sexual agravado contra dos menores de edad.
Los hechos ocurrieron entre 2007 y 2016 en la ciudad nortina y en un viaje a Perú que el condenado realizó junto a su pareja y a las nietas de la pareja. El historial de abusos comenzó cuando una de las víctimas tenía apenas cinco años de edad.
Según detalló el fallo del tribunal, el sujeto, identificado como José Samuel Fernández Villalón, aprovechaba las visitas que realizaba a su pareja para cometer los ilícitos. Así fue como en primera instancia comenzó a llevar a la menor de cinco años a una bodega para realizarle tocaciones indebidas, hecho que se reiteró en el transcurso del tiempo.
Seis años después, cuando la víctima tenía 11 años, el sujeto acompañó a la familia a un paseo a una playa peruana en una casa rodante. El ente persecutor detalló que «en el trayecto, una noche, el acusado realizó actos de relevancia sexual y tocamientos, lo cual provocó temor en la niña, quien se salió de la litera en la que se encontraba con el imputado, evitando un abuso mayor».
Después, en 2014, aprovechó una visita de la pareja junto a la hermana menor de la primera víctima a su lugar de trabajo, una funeraria, para realizar el mismo modo de operar: llevó a la menor hacia un sector de los ataúdes para realizar los abusos, que también se extendieron en el tiempo.
Según detalla el fallo, el sujeto aprovechaba «cada vez que la familia se encontraba reunida en celebraciones y la víctima se encontraba sin supervisión de adultos aprovechaba los vínculos y la confianza en el depositada por la víctima y su familia».
Cabe señalar que una vez que el fallo quede ejecutoriado, el tribunal dispuso que se proceda a la toma de muestras biológicas del sentenciado para determinar su huella genética e inclusión en el registro nacional de ADN de condenados.