Un grave hecho ocurrió el pasado viernes en el sector de El Boro en la comuna de Alto Hospicio, al norte del país.
Ese día cerca de las 9 de la mañana, la adolescente salió desde su domicilio cruzando la ruta, donde tomó un taxi colectivo que era conducido por el imputado, a quien le pidió que la deje en el centro de la comuna.
Sin embargo, en avenida Parque Oriente con Los Álamos,, tomó a otra psajera, quien le pidió que la dejara en el colegio Sinaí, ubicado antes de la parada de la menor. Una vez que la dejó, tomó camino hacia el sur por un camino de tierra. La menor, evidentemente asustada, le dijo que esa no era la ruta y le dijo que la deje bajar.
Fue ahí que el taxista la hizo callar a groserías y le puso un cuchillo en el cuello hasta que detuvo el vehículo. Ahí agredió sexualmente a la niña, quien por resistirse al ataque, terminó con un profundo corte en su mano izquierda.
Sin embargo, su valentía, le permitió sacar la mascarilla del imputado, pudiendo ver claramente su rostro.
No contento con eso, el individuo dejó tirada en un sitio eriazo, donde la menor pudo pedir ayuda.
En la formalización, la fiscal Albarracín dio cuenta de las diligencias realizadas junto a la Brigada de Delitos Sexuales de la Policía de investigaciones para lograr determinar la identidad del acusado y luego su detención. Es así como se realizó la entrevista videograbada de la niña, quien relató cómo ocurrieron los hechos y entregó características físicas del imputado. Se analizaron diversas cámaras de vigilancia de los sectores por donde anduvo del taxi que permitieron identificar parte de la patente del auto, y también se tomó declaración a una testigo que supo del caso por las redes sociales y fue hasta la Policía para contar que días previos se había subido a un taxi con un chofer de similares características físicas y se debió bajar porque éste le tocó las piernas en más de una oportunidad, entregando detalles del vehículo y el conductor.
También se realizó el examen a la víctima en el Servicio Médico Legal, que determinó el hallazgo de lesiones compatibles con los hechos denunciados, y se perició el taxi una vez que el imputado fue detenido, encontrando restos de sangre en su interior.
Dada la gravedad de los hechos y por ser la libertad del imputado un peligro para la seguridad de la sociedad, la Fiscalía solicitó su prisión preventiva, petición que fue acogida por el magistrado Nicolás Usón, quien fijó un plazo de investigación de 120 días.
