Variadas pueden ser las razones para querer dar término a un contrato de arriendo, ya sea por malas condiciones de la vivienda, falta de dinero para pagar la mensualidad o por factores externos, dado el contexto social que vive el país, a veces resulta necesario cambiar de domicilio y ver otras alternativas más acordes a las necesidades del momento.
Es por ello, que el Círculo de Corredores de Propiedades entrega a continuación una serie de útiles consejos para considerar al momento de querer dar por terminado el arriendo de un inmueble.
Falta de liquidez para pagar el arriendo
Es importante que el arrendatario que no posea la capacidad de seguir pagando el valor del arriendo sea consciente, y desaloje la propiedad para que la posible deuda no se siga incrementando. Miguel Fariña de MFM propiedades, miembro del Círculo de Corredores de Propiedades, recomienda que “el arrendatario debe transparentar este hecho tan pronto le sea posible a su arrendador o a la corredora que administra, para que este último tome las medidas correspondientes, por la pérdida económica que significa este retiro anticipado del inmueble”.
Traslado de ciudad que impide seguir habitando la propiedad
Las características de este arrendatario son distintas, por ello debe buscar una propiedad que se ajuste a sus necesidades. En estos casos, Vania Ruíz, de la corredora Venta Urbana, del Círculo de Corredores de Propiedades asegura que “si esta circunstancia es expuesta desde la gestación del contrato, se debería ajustar las cláusulas de éste, si es que el arrendador está dispuesto acceder a ello, para evitar cualquier clase de incumplimiento por irse antes del tiempo estipulado. En este caso, es fundamental que el arrendatario presente un documento que acredite su tipo de trabajo, y por acuerdo de los contratantes se puede regular cualquier situación especial”.
Inconformidad con las condiciones físicas de la vivienda
Muchas veces los inmuebles que se arriendan no tienen problemas a simple vista y finalmente éstos salen a la luz cuando el arrendatario empieza a habitar el espacio. Para evitar este tipo inconvenientes, Miguel Fariña indica que “es importante confeccionar un inventario de los artículos que están en el inmueble y su estado, de esta manera ambas partes se verán protegidas. Ahora bien, si llegase a haber problemas, por ejemplo con las cañerías u otros y no estén relacionadas con la mantención que debe hacer el arrendatario, podrá regularse que el arrendador efectúe las reparaciones que sean necesarias, evitando de este modo que el arrendatario tenga que dar término al contrato”. Según Vania Ruíz, “si la propiedad ya no cumple con las funciones para lo cual fue arrendada se puede pedir el término de contrato, como puede suceder después de una catástrofe natural”.
Incumplimiento de pago por parte del arrendatario
Los casos de desalojo de vivienda no son novedad, pero evitar estar envuelto en este tipo de incidentes si es posible. Según las recomendaciones de María Magdalena Munita, de Munita Valdés Propiedades, integrante del Círculo de Corredores de Propiedades, “el corredor o el dueño deben mantener la mejor relación con el arrendatario. Sin embargo, una forma para ver el comportamiento anterior del arrendatario es solicitarle las últimas 6 transferencias de su último arriendo. El comportamiento pasado no se puede cambiar. Si el arrendatario no pagaba a su arrendador anterior, con ello, se puede verificar” afirmó.
Por último, en cuanto a las acciones que se pueden derivar por incumplimiento de contrato, el arrendador puede recurrir “a accionar judicialmente, solicitando la restitución del inmueble por incumplimiento de contrato, por no pago de las rentas u otros problemas e inconvenientes” afirma Miguel Fariña, del Círculo de Corredores de Propiedades.