La señora Flor María Valdebenito, hoy se transformó en la vecina más longeva, no sólo de la comuna que la vio nacer, Cabrero, sino también de la Región del Biobío, al cumplir 111 años de vida.
Con un gran sentido del humor y sin grandes afecciones de salud, hoy apagó las velas con la ayuda de su único hijo, Rubén Valdebenito, quien la cuida en su hogar, ubicado en el sector rural de Coihuico Sur. Hasta ese lugar llegó el acalde de Cabrero, Mario Gierke, acompañado por la Seremi de Gobierno, Francesca Parodi, para trasmitirles la preocupación de su comuna y del Gobierno, para que ella pueda seguir teniendo un buen pasar.
“Como Alcalde me siento muy contento de tener vecinos, en este caso, la vecina que esté cumpliendo esta cantidad de años, porque por supuesto no es fácil llegar a esta edad, y sobretodo caminando, comiendo sin necesitar de nadie, un adulto mayor autovalente totalmente y eso es el orgullo de esta comuna. Por eso quisimos venir junto a la autoridad y nuestros funcionarios a desearle feliz cumpleaños a Flor María”, indicó el alcalde.
Por su parte, la Seremi de Gobierno, además de agradecer el trabajo y la dedicación que le brinda su hijo, Rubén, destacó que “el amor con el que la trata a su madre es fundamental para que la señora Flor María esté con nosotros. Para nosotros como Gobierno es muy importante el trato con nuestros adultos mayores es por eso que estamos presentando una agenda que es ambiciosa en el sentido de poder mejorarles la calidad de vida en una serie de aspectos”.
Si bien es cierto, la señora Flor María, no quiso revelar a las autoridades su secreto para vivir tantos años, dejó en claro que “sólo Dios sabe cuánto tiempo más me queda”. Su hijo, contó que ella se entretiene escuchando rancheras y jugando con su gatito, a quien llama cariñosamente, “Niño”.
“Ella ha vivido toda la vida en este lugar, nacida y criada aquí. Por el tiempo que ella lleva ya, imagínese ha muerto toda la gente aquí en el barrio y ella es la única que va quedando. Ella tenía más hermanos, pero se murieron, ella es la única que está reinando”, contó su hijo.
Agregó que a su madre hoy le cuesta caminar y que tiene dificultades para escuchar y ver, pero no toma ningún medicamento, ya que no padece ninguna enfermedad. Se alimenta sola, da algunos pasos con la ayuda de su bastón, le encantan las frutas y los dulces, pero sin duda, fue la vida sana y su permanente energía para trabajar la que le ha permitido vivir tantos años.