Un hombre de 43 años, quien se encuentra cumpliendo condena en Alemania por un delito no relacionado a este tipo de delitos, se ha transformado en el nuevo sospechoso por la desaparición de Madeleine McCann, quien fue vista por última vez mientras vacacionaba junto a sus padres en Praia Da Luz, Portugal.
La pequeña se encontraba en la habitación de un hotel cuando se le perdió el rastro en un hecho que ya cumple más de 13 años y donde se han tejido una serie de teorías sobre el caso.
Ahora, según reveló el periódico The Guardian, el prisionero donde hoy se centran los ojos de la policía, estuvo en ese lugar, en la zona de costera de Algarve, muy cerca del complejo turístico y tuvo una conversación telefónica justo una hora antes de la desaparición de la menor.
Según detalló el medio, el hombre es de tes blanca con cabellera corta y rubia y mide 1,82 metros de estatura y se está analizando su viaje a ea ona para probar o refutar su participación.
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