Esta expresión, “Democracia Protegida”, por haber surgido bajo el alero del Régimen Militar, fue denostada de tal forma, que los límites de la libertad se extendió mas allá de la responsabilidad que nace con la libertad..
Un buen primer ejemplo fue la elección de alcaldes. En una primera elección, el alcalde era aquel candidato al concejo municipal que obtuviera más votos. Entonces, los partidos que desecharon cualquier representación de concejales, engolosinándose solo con la persona que aspiraban fuera alcalde, conformando así lista de concejales, “modestos” electoralmente y uno fuerte para ganar la mayoría necesaria. El resultado, fue un desastre. Pero unido a lo anterior, quien cumplía funciones de alcalde, a pesar de que administraba muchos miles de millones de pesos, no se le exigía ni siquiera, saber leer y escribir. “La democracia no puede tener tales exigencias, el pueblo sabio resuelve con su voto”. Resultado, fueron elegidos dos alcaldes analfabetos y uno de ellos, quebró su municipio. Entonces, se resolvió que al menos los alcaldes tuvieran Educación media completa….para proteger la democracia.
El Congreso, supuestamente aprobó una ley, también para “proteger” la democracia. Les dijo a los diputados que solo pueden ejercer solo por 12 años y los senadores, 16 años. Alcaldes, concejales, consejeros, igual. ¿Y por qué? “Bueno, hay que proteger la democracia”, señalaba un parlamentario que algo temeroso había aprobado este proyecto. Los que llevaban 20 o más años, lo votaron en contra o se abstuvieron. En caso de Reforma Constitucional la abstención es un voto en contra.
Entonces, parece que era cierto esto de que a la democracia hay que protegerla. Y para ello, nada mejor que reemplazar la idea de Libertad por Restricción. Yo restrinjo al elector de votar por su parlamentario, restrinjo lo mismo a alcaldes y otros cargos electivos. La libertad, al menos en esta área, se terminó.
Y esto, que pareciera algo complejo, tiene feliz al 82% de los chilenos según se lee en todas las encuestas. Los parlamentarios, llegan a niveles que casi los hace irrelevantes. Tal hecho, no les incumbe mucho a ellos. Tampoco que por su culpa, surjan las restricciones en la libertad, menos ahora que la dieta se rebajará. La verdad que todo el problema lo tienen los ciudadanos porque los parlamentarios, siguen convencidos que lo están haciendo muy bien.
Mario Ríos Santander