El conocido abogado y especializado en derechos humanos, Luis Toro, anunció públicamente que se hará parte de la demanda por 100 millones de pesos que interpuso el camarógrafo José Miranda del matinal Mucho Gusto de Mega, luego que José Miguel Viñuela le cortara el pelo en vivo y en directo.
La situación ha escalado a tal punto que el animador fue despedido del matinal y reemplazado por Simón Oliveros, quien llegó a ocupar el sitial del ex Mekano en estos difíciles momentos para el programa.
En entrevista con el programa Hola Chile de La Red, el abogado del camarógrafo, Roberto Ávila presentó el apoyo que tendrán para la acción judicial, señalando que «se ha iniciado por parte del Estado de Chile un conocimiento de estos hechos por parte de la Dirección del Trabajo y los Tribunales, la actitud que pueda tener el Estado de Chile va a determinar si esto es una violación de derechos humanos toda vez que si esto no fuera sancionado sería una omisión imperdonable del estado de Chile».
Por su parte, Luis Toro, abogado que se suma a la demanda, sostuvo que «de repente aparece inesperadamente algunas aristas o procedimientos que permiten actualizar o poner en órbita temas que nos interesan mucho».
«En este caso esta situación se va a transformar en emblemática pues dice relación directa con la dignidad de una personas y para los tiempos que estamos viviendo tan demandantes, es clave que la gente sepa que tenemos derechos, deberes pero dentro de estos derechos está el ser respetado y está la dignidad del ser humano en su integridad», aseguró.
Añadió que «el artículo primero de la declaración universal ( de Derechos Humanos), que cita muy bien el colega Roberto Ávila en su demanda, establece entre otras cosas que las personas deben ser respetadas en su dignidad».
«A eso podemos agregar lo siguiente, que además de eso, en este caso se han atropellado el derecho a la integridad física y psíquica y eso es muy importante en derechos humanos y esto debe ser un ejemplo, nadie puede ser atropellado en su físico», aseguró.
Junto con ello, expresó que «nadie puede ser obligado a tener una actitud de tener que irse a su casa con enfermedad psicológica por un atropello de tal envergadura. Todos tenemos un cuerpo físico y una integridad psicológica que debe ser absolutamente respetada siempre y queremos que este caso sea un ejemplo porque las circunstancias así lo han querido y porque la gente necesita saber y en este tiempo tenemos que luchar porque seamos respetados siempre».