Ante un pequeño grupo de amigos, familiares y quienes conocieron en vida a Carlos Fernández Díaz, conocido como “el fotógrafo de la plaza de Armas”, fue despedido este lunes en una ceremonia religiosa y el funeral en el cementerio general.
La familia agradeció a la comunidad por su preocupación y cariño que le transmitieron a este hombre que junto a su caballo de madera, retrató con su Polaroid a decenas de personas que hoy guardan su recuerdo en sus casas u oficinas.
La ceremonia religiosa se llevó a cabo en la Parroquia Santiago Apóstol, en el sector sur de Los Ángeles. Cerca de las 13 horas, se pudo observar cómo los familiares pasaron a buscar frente a la plaza al “caballito”, para que estuviera cerca de él en esta despedida.
El cortejo llegó hasta el lugar que fue su espacio de trabajo y realizó un recorrido para posteriormente dirigirse al cementerio general.
En el lugar su hijo destacó a su padre por haberle inculcado su cercanía a la Iglesia y su labor de padre. En tanto Codepala, a través de su presidenta Nivia Riquelme, reconocieron su valor humano dentro del periodo que formó parte de la historia de la ciudad.